Al llegar al lugar indicado, una patrulla de la Guardia Civil ya estaba identificando a esta persona. Dado que no se habían producido daños ni agresiones y no había denuncias de particulares, se advirtió al ahora detenido que tenía que abandonar el lugar y no crear más problemas.
Cuando los policías locales se dirigían hacia el vehículo patrulla oyeron gritos de varias personas que pedían ayuda policial. Los agentes, al regresar a la carrera, encontraron a A. D. cogiendo fuertemente del brazo a una camarera de un local del pasaje Algemesí. Además, el hombre estaba gritando y escupiendo a la trabajadora.
Los agentes se interpusieron entre el agresor y la víctima e intentan tranquilizarle, aunque este empieza a amenazarlos. La Policía Local le pide que vacíe los bolsillos, puesto que afirma traer una navaja, pero no hace caso y trata de escapar introduciéndose en un portal cercano.
Dentro del patio, el ahora detenido golpea a los agentes en varias ocasiones, al tiempo que los amenaza y los insulta. La Policía tuvo que responder para reducir al agresor, tranquilizarlo y evitar de este modo que pudiera hacerse daño, apunta el ayuntamiento de Santa Eulària en una nota de prensa.