Agentes de la Policía Nacional en Ibiza han detenido a un hombre de origen ecuatoriano de 54 años de edad como presunto autor de dos delitos contra los derechos de los trabajadores extranjeros y de un delito de omisión de las normas de prevención de riesgos laborales. La investigación, llevada a cabo por agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras, Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Comisaría de la Policía Nacional en Ibiza, tuvo su origen en la denuncia interpuesta en dependencias policiales por una empleada de un local de restauración regentado por el presunto autor.
La mujer denunciaba que su jefe daba ocupación en su local a ciudadanos extranjeros que carecían de permiso de trabajo en España, ejerciendo sobre los mismos un férreo control aprovechándose de la situación de necesidad y las circunstancias en la que se encontraban en el país.
Tras intensas labores de investigación y diversas tomas de declaración a otras personas empleadas en dicho restaurante, se pudo constatar que el hombre contactaba con personas latinoamericanas en situación irregular en España y que, aprovechando esta situación de vulnerabilidad, les ofrecía la posibilidad de trabajar sin contrato al no disponer de permiso laboral.
Progresivamente iba imponiendo a las personas condiciones abusivas, como trabajar a cambio de comida o incluso gratis por considerarse “en prácticas”, ser controlados mediante cámaras de vigilancia o ser obligados a utilizar vehículos de reparto sin contar con licencia para conducir los mismos, entre otras muchas irregularidades.
La investigación continuó con una inspección en colaboración con funcionarios de Empleo y Seguridad Social, localizándose e identificando en el restaurante a un total de seis trabajadores, varios de los cuales no disponían ni de permiso de residencia ni de de trabajo, lo que impedía por tanto su alta en la Seguridad Social, con la consecuente anulación de los derechos laborales.
Las personas contratadas se encuentran en una situación de necesidad económica que les lleva en muchos casos a aceptar cualquier condición que se les imponga, incluso aquellas que restrinjan sus derechos como trabajadores, recuerda la Policía Nacional en una nota de prensa.
Y es que las largas jornadas laborales se extendían en muchas ocasiones hasta que marchaban los últimos clientes, no disponiendo de días de descanso planificado y recibiendo reprimendas si no cumplían con las condiciones impuestas. Asimismo, no disponían de ningún elemento de seguridad para el desarrollo de sus trabajos, ni habían sido informados de los posibles riesgos asociados a su puesto de trabajo.
La Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Ibiza ha intensificado esta temporada los controles contra este tipo de delitos, a los que acude en colaboración con la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social, a fin de evitar los fraudes a la Seguridad Social y, principalmente, para detectar posibles casos de explotación laboral y de delitos relacionados con este ámbito.
Extranjero tenía que ser el detenido, porqué aquí los naçionales respetan todos los derechos del trabajador, el número de horas trabajadas y las correspondientes pagas.
Vergüenza.