@Noudiari/ El Estudio sobre la Capacidad de Carga Socioambiental de Ibiza, realizado por la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera, no solo deja en evidencia la masificación de las islas sino que también analiza otros indicadores de sostenibilidad, que no llevan al optimismo.
De esos acuíferos sobreexplotados destaca el hecho que un 80% supera el 100% del recurso potencial, es decir, que se encuentran en una situación «crítica» de sobreexplotación. Estos acuíferos sobreexplotados coinciden, además, con su ubicación en la costa y, por tanto, en las principales zonas turísticas de la isla.
Presencia de cloruros
En relación al estado cualitativo del agua, la situación no es mucho más esperanzadora. Así, de las 19 masas subterráneas de Eivissa y Formentera, 12 presentan concentraciones superiores al valor umbral de cloruros y por lo tanto están consideradas en mal estado, apuntan en el Estudio sobre la Capacidad de Carga Socioambiental.
Así, en el 2012 seis de las 16 masas subterráneas de Eivissa ya estaban consideradas en mal estado por la presencia de cloruros. Estas masas se localizan mayoritariamente en la costa. Destacan especialmente la masa subterránea de sa Serra Grossa y la masa de Sant Antoni, que están sometidas a una «intensa explotación, en las que se concentran pozos de abastecimiento con importantes volúmenes bombeados», según apuntan en el estudio.
En el caso de Formentera, solo hay datos de dos de los tres acuíferos. En este caso, el análisis de los pozos constata una «fuerte intrusión marina», que provoca altas concentraciones de cloruros.
Según la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera, la elevada concentración de cloruros constata una «sobreexplotación de los pozos en diversas de las masas de agua subterránea y, por lo tanto, un problema de intrusión marina».
Presencia de nitratos
En cuanto a la presencia de nitratos, en 2012 no había ninguna masa considerada en mal estado pero en 2016 ya existen tres masas consideradas en mal estado por su elevada presencia en nitratos y que hacen referencia a la masa ubicada en el Port de Sant Miquel, Sant Antoni y Santa Eulària. En Formentera, por su parte, ya se detectó en 2012 el mal estado de las masas de agua por presencia de nitratos, continuando la situación en el 2016 cuando las dos masas analizadas presentan las mayores concentraciones de nitratos de las Pitiusas (185 mg/l).
Según el estudio, el elevado porcentaje de nitratos actual puede ser debido al aumento de la «contaminación subterránea proveniente de vertidos fecales incontrolados (pozos negros), minimizando la posibilidad que la fuente de esta contaminación sea debida al uso de abonos agrícolas».