@Vicent Torres / Llega el final del año 2018 y se cumplen dos meses de búsqueda de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años cuyo rastro desapareció entre el 30 y el 31 de octubre en Ibiza. La Guardia Civil ha centrado sus esfuerzos en torrentes, infraviviendas y casas okupadas del municipio de Sant Antoni, donde las cámaras de seguridad la captaron durante esos dos días.
De momento, no hay rastro de su cuerpo ante la certeza de que se trata de una desaparición violenta. Cuatro personas permanecen en prisión preventiva desde el 29 de noviembre por su presunta implicación en el caso.
La primera voz de alarma la dio el hijo de Nuria Ester Escalante al interponer una denuncia por su desaparición el día 1 de octubre en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan d’Alacant. No tenía noticias de su madre y su teléfono móvil se encontraba apagado. La Benemérita lanzó un mensaje en las redes sociales para solicitar la ayuda ciudadana y tratar de dar con el paradero de la mujer, que llegó a Eivissa para encontrar un trabajo.
Los primeros indicios ya apuntaron a una desaparición violenta e involuntaria, por lo que el equipo de investigación se nutrió con agentes llegados de Palma para componer un rompecabezas que todavía no tiene solución. Se empezó a reconstruir los últimos pasos de Escalante por Ibiza y se comenzó a indagar sobre su círculo más cercano de amistades.
Las diferentes pistas llevaron a la Policía Judicial a registrar casas y pozos en la calle Pablo Picasso de Sant Antoni, para lo que fue necesaria la intervención del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). También se miró en diferentes infraviviendas de Portmany y fueron varios los registros en una casa okupada junto a la rotonda del Lidl y por los alrededores del torrente de Buscastell.
Finalmente, los agentes detuvieron a cinco hombres, todos ellos extranjeros. La jueza del Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Carmen Robles, decretó la prisión comunicada y sin fianza para todos ellos, aunque finalmente uno quedó en libertad. Ahora, se enfrentan a un delito de homicidio doloso, castigado con hasta 15 años de cárcel, aunque faltan elementos clave como el cuerpo y el arma con el que se podría haber cometido el supuesto crimen.
Cámaras de seguridad
Diferentes cámaras de seguridad de Sant Antoni registraron a Nuria Ester Escalante junto a dos hombres, entre ellos el principal sospechoso, el día de su desaparición. En las imágenes se aprecia a la desaparecida en actitud amistosa con los presuntos implicados en la desaparición y de la mano del hombre de origen polaco, principal sospechoso. Después, el vídeo muestra a Escalante con el otro implicado.
La Guardia Civil tiene la certeza de que aquella misma noche algo se torció y hubo una fuerte discusión que acabó en un enfrentamiento violento. Durante los registros se encontraron restos de sangre, aunque no ha trascendido si el ADN coincide con el de la mujer. Además, los investigadores encontraron las pertenencias de Escalante en una de las casas okupadas.
Según varios medios de comunicación locales, el principal sospechoso del presunto homicidio de Nuria Ester Escalante se ha negado a reconstruir sus últimas horas con la mujer y no está colaborando con el Instituto Armado. Las cámaras de videovigilancia le registraron, después de la hora en la que se ha fijado su desaparición llevando un carro de la compra cargado. Asegura que portaba un motor que previamente había robado y del que no se tiene ni rastro.
Las información llega a cuentagotas y han sido muchos los vecinos de Ibiza que han exigido movilizaciones para ayudar en la investigación. Un coto cerrado a los investigadores, que en esta ocasión están moviendo sus piezas con la máxima cautela.