@Noudiari / La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera ha hecho pública, mediante un extenso comunicado, su «decepción» con los planteamientos que incorpora la nueva redacción de la ordenanza de circulación para Dalt Vila en la ciudad de Ibiza.
«La prohibición de estacionar dentro del recinto amurallado, en cualquier temporada y lugar, para los clientes de los establecimientos turísticos que allí operan, que se cuentan con los dedos de la mano, obligará a estos pequeños establecimientos turísticos a organizar un sistema de gestión de los vehículos de los clientes muy gravoso para su actividad», denuncian.
Además, las medidas que se implantan «significarán un aumento del tráfico en el barrio, al obligar a los vehículos de los clientes a entrar y salir cada vez». Un trajín de coches que solo conseguirá «hacer más ingrata la vida en el barrio, creando un tráfico que no siempre sería necesario», apuntan.
«Hemos oído muchas veces que Dalt Vila es un barrio moribundo. No contribuirán a revitalizarlo las prohibiciones y limitaciones para la accesibilidad de quienes luchamos para conseguir actividad y clientes para el barrio», alertan los hoteleros de Ibiza, que subrayan que los establecimientos del sector son «tan vecinos del barrio como cualquier otro, y no entendemos que se nos quiera expulsar, dificultando la accesibilidad a nuestros clientes».
Un casco histórico «en cuesta pronunciada»
«Consideramos que la ordenanza parte de un razonamiento falso, y enfrenta a unos vecinos con otros. Lo que se quita a unos, se da a otros. Se concluye que se va a privatizar el uso de los aparcamientos en beneficio exclusivo de los vecinos empadronados. Los problemas de aparcamiento en verano son para todo el mundo, también para los vecinos residentes de Dalt Vila», lamentan.
Los hoteleros admiten que es cierto que en muchos cascos históricos no se puede aparcar, pero consideran que el caso de Ibiza no es comparable por sus especiales características: «No conocemos ningún casco histórico rodeado de más de 50 playas, a cada cual más atractiva, con una gran oferta de hoteles y de ocio. Además, el casco histórico de Ibiza está en cuesta pronunciada, lo que convierte el acceso a pie en un esfuerzo importante para muchas personas», recuerdan.
Esperan una rectificación
«Si de verdad se quiere proteger y conservar el patrimonio hay que darle vida. No hay tantos negocios en Dalt Vila, y se tienen que facilitar las mejores condiciones posibles para que sobrevivan», apuntan.
Sin embargo, critican que «ni siquiera los vehículos que operan los establecimientos para subir y bajar clientes (eliminando mucho tráfico) podrán estacionar en Dalt Vila». «Tampoco el sistema de gestión está previsto para que los coches de nuestros clientes puedan estacionar en nuestros garajes privados. Esperemos que el Ayuntamiento rectifique y facilite la actividad de los negocios en Dalt Vila», concluyen.