@B.R./ José Ribas Riera, de 65 años, acusado de matar de tres disparos a Gerardus Johannes Buijs, de 34 años, en mayo de 2014, será juzgado el próximo 13 de octubre por un tribunal del jurado, es decir un jurado popular, por la Audiencia Provincial.
De hecho, ya se ha empezado a citar a las personas que podrían formar parte de este jurado popular, que según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) se renueva cada dos años. De las personas que sean llamadas para formar parte de este tribunal se seleccionarán entre 20 y 30 personas de las que finalmente solo participarán en el juicio contra Ribas Riera once personas, nueve de ellos como titulares y dos como suplentes. Estas once personas serán seleccionadas por las partes implicadas en el juicio, que se prolongará una semana, aproximadamente.
Los hechos ocurrieron el 26 de mayo del pasado año cuando Buijs, marido de la sobrina de Ribas Riera, llegó a una finca de ses Eres, en es Rafal Trobat, y tras una discusión por el dinero de una herencia familiar, Ribas entró en un almacén, cogió una escopeta de caza y disparó. El imputado disparó hasta en tres ocasiones, una por la espalda y otra en la sien, provocándole la muerte.
Las peticiones
La fiscal solicita una condena de 18 años de prisión para José Ribas Riera, acusado de un delito de asesinato además de una indemnización para la familia del fallecido de 278.000 euros: 138.000 euros para la viuda, 58.000 euros para cada uno de los dos hijos menores de la pareja, y 12.000 euros para el padre y la madre de Buijs.
El imputado avisó a un vecino a quien le comunicó tras el crimen que había matado a su sobrino y le dijo que le llevase al cuartel de la Guardia Civil, donde se entregó. Después, reconoció el asesinato, según trascendió entonces del contenido de sus declaraciones.
El abogado que representa a la acusación particular de la viuda de Buijs (la sobrina de Ribas), eleva la petición de condena a 25 años de prisión, puesto que considera que en el asesinato concurren las circunstancias agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento. En el escrito en el que solicita la apertura de juicio oral el letrado explica que Gerardus iba a visitar a su tío político para tratar sobre la ejecución hipotecaria de una finca propiedad de la familia de Ribas, por vínculo de sucesión testamentaria, y que estaba en proceso de entrar en subasta. El matrimonio habló en la comida sobre la fiesta de cumpleaños de sus hijos, que ese mismo día cumplían 5 años. Acordaron que la mujer se quedaría en casa preparándola y que el hombre iría a hablar con su tío político.