@D.V./ Al día siguiente de que se conociera la condena a un año y medio de cárcel y a ocho y medio de inhabilitación para empleo y cargo público a causa de un delito de prevaricación, el aparejador municipal de Sant Antoni, Miguel Ángel Martí Miralles, se ha presentado a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento como si se tratara de un día normal y corriente. Así, a las tres de la tarde, una vez cumplida su jornada como funcionario público, ha abandonado la casa consistorial como si fuera otro viernes más, momento que recoge la fotografía.
Al borde de la jubilación a sus 65 años, Martí Miralles también está a la espera de la sentencia por el ‘caso Cretu’, en el que se le piden tres años de cárcel. En caso que fuera declarado culpable, Miralles tendría que ingresar en prisión porque ya dispondría de antecedentes penales y porque la pena es superior a dos años.
Durante sus dos décadas como aparejador municipal, Martí Miralles acumuló un gran poder en el área de Urbanismo de Sant Antoni, aunque su influencia disminuyó significativamente cuando se creó la figura del arquitecto municipal. Esta sentencia parece certificar que la ‘era Miralles’ llega a su fin y que, probablemente, la imagen del veterano aparejador abandonando la Casa Consistorial pase pronto a la historia.
No li passarà res. Es jubilarà i viura «tan ricamente» amb lu que ha guanyat amb es seus chanchullus. Sant Antoni no aixeca ni aixecarà mai es cap.
¿Cuánto poder acumuló exactamente? ¿Es un dato o una opinión? ¿Se pueden citar las fuentes?
Com a ciutadana de Sant Antoni de tota la vida, saben molt be es moviments d’aquet senyor. El que no entenem és perquè se le ha permés fer i desfer a nes seu aire. No ens fa falta cap font.
Ya, claro