EFE / El Atlas submarino de Baleares, que ofrecerá por primera vez, una cartografía completa de la ubicación de las praderas de posidonia estará finalizado en mayo de 2020, ha anunciado este jueves el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir.
El proyecto, financiado a cargo del Impuesto de Turismo Sostenible, está presupuestado en 740.072 euros, ha detallado el departamento autonómico en un comunicado.
El «Atlas submarino: cartografía de posidonia oceánica en las Islas Baleares» alcanzará la totalidad de las praderas de esta planta marina protegida y supone un paso más en la puesta en práctica del Decreto posidonia, además de cubrir «una de las principales demandas del sector náutico».
Será además «una herramienta de gran valor para el estudio científico de esta planta marina”.
El proyecto lo ejecuta la empresa pública TRAGSATEC y está estructurado en tres fases. La primera se inició en mayo y consistió en la recopilación y evaluación de la información disponible.
En junio comenzó la segunda, que ha consistido en la generación de una nueva cartografía mediante fotointerpretación, para la que se han utilizado las ortofotos más actuales de la mayor parte de la costa.
A la vez, se ha realizado un análisis cartográfico gracias al cual se han podido detectar las discrepancias que hay entre las diversas cartografías existentes. Las carencias son especialmente fehacientes en Mallorca.
Por eso, el pasado 2 de octubre, se inició la tercera fase, con la adquisición de un sonar de barrido lateral (SBL) con el cual se estudiará la distribución de las praderas de posidonia en la isla y se elaborará su cartografía.
Se llevará a cabo un mapeo de todos los fondos hasta 35 metros de profundidad, excepto en aquellas zonas en que hay evidencias directas y fiables de que no existe el hábitat. En total, se calcula que las tareas abarcarán una superficie de 356 kilómetros cuadrados.
En el resto de islas, y dado que se dispone de cartografía completa más detallada del fondo marino, será necesario hacer prospecciones para validar los resultados y, en todo caso, completar aquellas zonas de mayor uso en las que sea necesario un mayor detalle, siempre entre las profundidades de entre 0 y 35 metros.
Se prevé una extensión mínima a prospectar de 50 kilómetros cuadrados para Ibiza y otros 50 para Formentera. En referencia a Menorca, se da por válida la que elaboró el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM) pese a que también se harán prospecciones para validar sus resultados.
Una vez finalizada la cartografía, esta se publicará en el BOIB y se colgará en la Infraestructura de Datos Espaciales de Baleares (IDEIB) para que tenga rango legal.
Además, se desarrollará una aplicación informática, disponible para móviles, que permitirá al usuario conocer si se encuentra en zona de fondeo permitido y que mejorará la actual (http://dgrechid.caib.es/www/ajuda_fondeig/es.html).