@Noudiari / El próximo viernes, 27 de julio, llegará a Ibiza el barco Esperanza de Greenpeace que, durante tres semanas, recorrerá aguas mediterráneas y atlánticas para llamar la atención sobre cómo la urbanización masiva y sus efectos colaterales han provocado la reducción de los bienes y servicios ambientales que proporciona la costa.
El barco llegará a Barcelona el próximo 23 de julio donde permanecerá hasta el día 26, cuando partirá hacia Ibiza y permanecerá en el Puerto Viejo hasta el domingo 29. Después zarpará a Cádiz y Tenerife. El primer día, el barco abrirá sus puertas de 18 a 21 horas. El sábado y el domingo habrá muestras de posidonia y puertas abiertas, el sábado de 17 a 21 h, y el domingo de 10 a 14 y de 17 a 21 horas.
Durante su estancia en estos cuatro puertos, Greenpeace realizará diferentes actividades, como visitas públicas al barco, en las que, además, se abordarán cuestiones sobre la situación de las costas y sus ecosistemas. El buque también servirá para mantener reuniones con representantes políticos y de la sociedad civil así como para encuentros con medios de comunicación.
Para entender la presión humana que soportan los ecosistemas costeros, la organización ecologista recuerda que la franja costera representa solo el 8,8% de la superficie de España, mientras que alberga a más del 50% de la población. Solo en los últimos 30 años se ha duplicado la superficie urbanizada en el litoral: de 240.000 hectáreas a 530.000.
El Esperanza es el mayor de los barcos de Greenpeace. Antes de ser reciclado por la organización ecologista fue empleado en Rusia como barco de bomberos. Se unió a Greenpeace en el año 2002 y adquirió su nombre por votación popular. Desde entonces ha participado en numerosas campañas para proteger los océanos y la vida marina o en labores como combatir la pesca ilegal en Sierra Leona o impedir a Japón la caza “científica” de ballenas.
A bordo viaja como capitán Mike Fincken, un veterano activista sudafricano que lleva dos décadas vinculado a Greenpeace: primero como oficial en el barco Moby Dick (uno de los primeros de la organización) y desde hace doce años como capitán del Arctic Sunrise, el Rainbow Warrior o el Esperanza. En 2016, capitaneó la expedición que organizó el histórico concierto del pianista y compositor italiano Ludovico Einaudi en una plataforma en mitad del océano Ártico para pedir su protección.