El chef ibicenco Vicente Torres se ha convertido en los últimos años en referencia internacional de la alta gastronomía. Acaba de conseguir su segunda estrella Michelin, esta en el restaurante Garum, en la localidad de Polanco, México. La primera la obtuvo en 2012, cuando estaba al frente del restaurante La Sucursal, en Valencia.
Se formó junto a algunos de los chefs más conocidos y reputados del mundo, como Jacques Maximin, Martín Berasategui o Alain Senderens, entre otros. Al poco tiempo de establecerse en el país centroamericano, fue galardonado con el premio Millesime al mejor chef de México.
Garum es uno de los restaurantes más populares de Polanco, no solo por sus platos, sino porque utiliza ingredientes mexicanos fusionados con la cocina mediterránea. El nombre del restaurante proviene de una salsa hecha a base de pescado fermentado y fue la primera que hicieron los romanos.
En declaraciones efectuadas a Hotbook Magazine, Torres señala que su «inspiración siempre proviene de recetas tradicionales». «Me gusta darles un giro único, agregar un sello distintivo y, por qué no, incorporar algunos ingredientes que normalmente no llevarían”, añade el ibicenco.
Sobre el secreto de su éxito tras los fogones, Torres afirma que tiene que ver con el conocimiento de la materia prima que usa para cada plato. “Se trata realmente de comprender de dónde proviene cada producto, los beneficios que tienen en el cuerpo, cómo funcionan y cómo se equilibran los diferentes ingredientes. Si puedes lograr hacer todo eso, y además tener un hermoso plato servido en la mesa, entonces has logrado tu objetivo”, subraya.