@Noudiari / El Formentera jugó ayer a mediodía en Lloseta su encuentro de la 25ª jornada de Tercera balear. La vuelta a casa del hasta ayer líder de la categoría se ha convertido en una odisea que todavía dura. Las cancelaciones en los barcos que enlazan las Pitiusas les ha hecho pernoctar en unos apartamentos cercanos al puerto. Ellos forman parte de los formenterenses afectados por el mal tiempo y el cierre decretado en los puertos de las Pitiusas hasta nuevo aviso.
Esta mañana, a primera hora, quienes compaginan el fútbol con otros trabajos han tomado una de las primeras barcas para acudir a sus compromisos laborales. Los que se dedican solamente al fútbol o tenían libre la mañana del lunes no han tenido tanta suerte. Cuando se han acercado a la estación marítima de Vila para comprar billete de vuelta a casa se han encontrado con más cancelaciones.
«Está siendo raro este invierno. Llevo cinco temporadas en el Formentera y solamente me había quedado a dormir en Ibiza una vez por culpa de las cancelaciones hasta este año. Desde que empezó esta temporada ya nos ha pasado dos veces», explicaba desde el puerto de Vila Marcos Contreras, portero y uno de los referentes de la plantilla de Tito García Sanjuán (que también se ha quedado aislado en Ibiza), unos futbolistas que deberían ejercitarse esta tarde en el Municipal de Sant Francesc… si es que son capaces de reunir a la mayoría del plantel. El viento y el oleaje decidirán si los integrantes del Formentera que no han cruzado es Freus aún puedan hacerlo durante el resto del día, si es que los puertos pueden reabrirse.