D.V: El consenso ha sido imposible y, finalmente, el Congreso de los Diputados ha aprobado a la revisión de la Ley de Costas con los votos favorables del Partido Popular y el voto negativo del PSOE. Una aprobación que, de hecho, supone una luz verde al largamente reivindicado deslinde de Formentera. Así, el presidente del PP formenterés, José Alcaraz, ha calificado la jornada como de «histórica».
Tampoco ha ocultado su satisfacción la ex presidenta de la Plataforma de Afectados por la ley costas en Formentera y actual responsable de Medio Ambiente del PP en Formentera, Gabriela Mayans, para quien esta resolución supone «el resultado de una lucha que ha durado muchos años». Mayans valora la nueva Ley de Costas como «muy positiva» y considera que «por fin se ha escuchado la que ha sido una petición unánime de la sociedad de Formentera».
La Ley de Costas que ha propuesto el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, incluye una disposición adicional que trata exclusivamente de las particularidades de Formentera. En esta disposición se reconoce los derechos de los propietarios de todas las edificaciones que hubieran sido construidas antes de la redacción de la Ley de Costas de 1988. Según Mayans, esta disposición era «imprescindible» porque la anterior Ley suponía, de facto, «ilegalizar a un 70% de la actual oferta de bares y restaurantes de Formentera».
La actual dirigente popular también ha expresado su extrañeza por el hecho de que el PSOE haya votado en contra y ha lamentado que se haya producido esta división.
Una reforma que provoca recelos
Por su parte, la diputada socialista Sofía Hernanz ha declarado que el Grupo Socialista no está en contra de que Formentera tenga un deslinde justo, pero que la Ley de Costas que se ha votado es «una auténtica aberración». «Es evidente que queremos que Formentera tenga un deslinde justo» ha declarado Hernanz, «pero esta ley supone matar moscas a cañonazos».
Según Hernanz, la reforma de la Ley de Costas del ministro Arias Cañete supone un retorno al urbanismo de los años setenta, pone fin a la protección del litoral y deja barra libre para que los especuladores puedan privatizar cada metro de costa. «No se trata de una reforma de la Ley del 88, sino que va más allá: supone la privatización del litoral», ha argumentado la diputada socialista.
Finalmente, Herranz ha invitado a los ciudadanos a que lean la Ley de Costas, porque su contenido «les pondrá los pelos de punta».