EFE / La afiliación a la Seguridad Social en el sector turístico lleva diez años ininterrumpidos de crecimiento, rozando este verano los 1,9 millones, la mayor cifra de la historia en España, según un análisis de la empresa de recursos humanos Randstad basado en los datos del Ministerio de Industria.
El volumen promedio de ocupados durante los pasados meses de junio, julio y agosto fue un 3,8 % mayor que hace un año, cuando se registró la cifra de 1,8 millones, y un 29,9 % más que en 2008 (1,4 millones).
Analizando la serie histórica, se detecta un único descenso en 2009, año, a partir del cual, se han registrado diez ejercicios de crecimiento consecutivos, hasta alcanzar el pasado mes de agosto el mayor volumen de afiliados en este sector, con 1.880.623 ocupados.
A juicio de Randstad, los porcentajes de crecimiento «reflejan el buen estado de salud del sector», teniendo en cuenta que, desde 2014, se encadenaron cuatro ejercicios de incrementos superiores al 4 %, hasta que, en 2018, su ritmo se moderó (un 3,1 %), para volver a incrementarse este año (un 3,9 %).
Los estudios de Randstad prevén que actividades relacionadas con el turismo seguirán demandando profesionales durante los próximos años, siendo, en términos absolutos, los empleos de base como camareros, mozos de habitación, camareros de piso, guías turísticos, ayudantes de cocina o cocineros, los más solicitados.
No obstante, cada vez es más frecuente la búsqueda de perfiles intermedios o directivos, como gerentes, jefes de sala o directores de hotel, con motivo de la alta especialización y profesionalización del sector.
Además, la proliferación de herramientas digitales, como las redes sociales y su analítica, la inteligencia artificial o el «big data», está provocando la demanda de perfiles especialistas en este tipo de tecnologías.
Asimismo, las características del empleo en este sector suponen que los empleadores soliciten determinadas habilidades comunes a sus candidatos, entre las que destaca el conocimiento de idiomas.
En este sentido, se detecta que, además de idiomas tradicionales como inglés, francés o alemán, cada vez se demandan otras lenguas como chino, ruso o árabe, debido a la diversidad de orígenes de los turistas que visitan España y el mayor poder adquisitivo de los que proceden de estos mercados emisores.