@LauraFArambarri / Este año se cumplen 150 de la entrada en funcionamiento del Faro de sa Punta Grossa, el 15 de septiembre de 1870. Diseñado por el ingeniero Emili Pou, este faro, que se podía ver a una distancia máxima de 15 millas náuticas (unos 27 kilómetros), tuvo la peculiaridad de ser el que tenía el ritmo de giro de luz más lento de todo Balears en su época.
Ubicado en la punta del mismo nombre, también conocida como Cap des Llamp, junto a la Cala de Sant Vicent, el faro tuvo una vida útil muy breve, ya que dejó de funcionar en 1916, pero este enclave de la costa de Sant Joan ha mantenido su encanto para miles de senderistas por la enorme belleza del entorno.
Sin embargo, el acceso está cada vez más deteriorado, con un camino que por momentos se estrecha tanto que pone a prueba la resistencia al vértigo de los más avezados excursionistas.
Las lluvias y la erosión han complicado la ruta de tal forma que es más que probable que pronto solo se pueda acceder al faro por mar.
Un lugar mal escogido para un faro
Sa Punta Grossa se construyó entre los años 1864 y 1867 con grandes dificultades por su emplazamiento, ya que hubo que llevar buena parte los materiales por mar.
«Su ubicación fue objeto de discusiones desde el primer momento. Había opiniones discrepantes, unos partidarios de situarlo en el enclave denominado Punta Grossa, amparándose fundamentalmente en razones de recalada, y otros, defensores de la ubicación en el Islote de Tagomago, por entender que la luz prestaría mejor servicio a los usuarios en general y en especial a los pescadores», explican en la web Faros de Baleares.
Así, finalmente se optó por ubicar un faro en el Islote de Tagomago, una luz que prestaría mejor servicio a los marineros y a los pescadores de la zona.
Aunque el Faro de Tagomago se iluminó en 1914, el de Punta Grossa no se apagó hasta el 1 de agosto de 1916, momento en el que estuvo lista la baliza que permitía la entrada segura al puerto de Sa Cala de Sant Vicent.
En 1918 el edificio se entregó al Ministerio de Hacienda y desde entonces ha ido en progresivo deterioro.
«La construcción se encuentra prácticamente en ruinas. Disfruten de esta maravillosa ruta ahora que se puede, de aquí a poco será casi imposible llegar por tierra, hay algunos tramos complicados. También el faro cada vez está peor: el aljibe dónde se recogía el agua tiene un agujero en la parte superior, el lugar en el que guardaban los animales prácticamente está en ruinas…», escribe el conocido senderista Antonio Roldán en Facebook.
En este vídeo se puede apreciar bastante bien el estado del camino y del faro, pero fue grabado antes de los temporales de este año, con lo que no se aprecia lo deteriorado que está el camino hoy por hoy.