El grupo ecologista GOB ha manifestado su solidaridad con las protestas convocadas este sábado en Canarias contra los excesos del turismo «ante la realidad que ambos archipiélagos sufren», y ha proclamado que “Canarias tiene un límite y las Illes Balears, también».
«Sintiéndonos islas hermanas en la realidad que ambos archipiélagos sufrimos, los colectivos que promovimos la contracumbre social ‘Menos turismo, más vida’ y la manifestación del 30-O queremos manifestar nuestra solidaridad con el pueblo canario y apoyarle», ha explicado el GOB en un comunicado, recordando la protesta celebrada en Mallorca en octubre, coincidiendo con una cumbre de ministros de turismo de la UE en Palma.
El GOB se suma a las quejas de Canarias, donde este sábado una veintena de colectivos sociales y ecologistas llaman a los ciudadanos a manifestarse en las ocho islas contra los excesos del sector turístico y para demandar que se implante una ecotasa, se suspenda la autorización de más plazas vacacionales y se limite la compra de viviendas por parte de extranjeros.
«Canarias es hoy un ejemplo que estamos dispuestos a seguir», afirma el GOB, para el que el modelo turístico actual «ignora la realidad insular y los límites de territorio».
«Derrocha los recursos que no tenemos y nos es difícil conseguir, como el agua y la energía eléctrica; nos obliga a disponer de infraestructuras desproporcionadas en relación con la población que, sin embargo, es quien carga con su coste; y provoca el empobrecimiento de la ciudadanía y de la propia comunidad autónoma», afirma la entidad, que asegura que Baleares ha pasado de ser la 46 de la UE en PIB per cápita a la 110 en dos décadas, en las que el turismo ha crecido.
Advierten de que el modelo turístico «distorsiona y encarece el mercado de la vivienda, que se ha convertido en inaccesible para la mayor parte de los residentes, devasta el territorio, degrada los ecosistemas y el paisaje, con pérdida de biodiversidad, y provoca la reducción de suelos de uso agrícola».
Denuncian la contaminación de la aviación, los megacruceros y los vehículos de alquiler que utilizan los turistas y sufren los baleares, así como «una cantidad desmedida de residuos, cuyo tratamiento asumen los residentes».
Según el GOB, el manifiesto lanzado el pasado octubre en Palma sobre los «múltiples impactos y consecuencias» del turismo en Baleares «coinciden con los que se sufren en Canarias».
«Se trata del mismo modelo colonialista, ecocida, racista y profundamente injusto que en Canarias tiene una realidad social aún más agravada», según el GOB.
La entidad ecologista advierte de que Baleares afronta «nuevas amenazas» porque «el Govern del PP ha decidido impulsar aún más el crecimiento turístico y la destrucción del territorio».
Critica el anuncio del Govern de que levantará la moratoria turística y modificará las leyes de sostenibilidad y la circularidad del turismo de Baleares, y de Menorca Reserva de Biosfera, «para suprimir todo aquello que consideran un obstáculo para el desarrollo turístico».
El GOB rechaza también que el Govern defienda el turismo de cruceros y sea contrario a limitarlo, apoye inversiones para ampliar infraestructuras «al servicio de mayor crecimiento», como el aeropuerto; y que «prepara una desregulación urbanística y territorial que se traducirá en nuevas agresiones».
Acusa también al ejecutivo autonómico de «ignorar las vidas colapsadas de quien sostiene este modelo, como muestra el desprecio a las kellys», al demorar las ayudas para el estudio de las cargas de trabajo de las camareras de piso.
«Canarias es hoy un ejemplo de que estamos dispuestos a seguir. Desde aquí todo nuestro apoyo, ánimos y agradecimiento por alentarnos a seguir nuestra lucha en defensa de la vida digna en los territorios hiperturistificados», concluye el GOB.
EFE.