El Gobierno español y la Comisión Europea, favorables al ‘fracking’ en las prospecciones energéticas

@D.V./ El gobierno central ha acordado en el Consejo de Ministros de este viernes recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley aprobada por el parlamento de Cantabria en la que se prohibía la práctica del ‘fracking’ -técnica de búsqueda de hidrocarburos en la que se fractura la tierra para poder acceder a bolsas de hidrocarburos aisladas- en los proyectos de búsqueda de gas que hay frente a sus costas.

Según el Gobierno español, la competencia sobre los permisos o no de las prospecciones de hidrocarburos mediante el ‘fracking’ son exclusivamente del ejecutivo central, según estipula la Ley Estatal de Hidrocarburos, y que la legislación de las comunidades autónomas en este campo supondría “vaciar de competencias al Estado”.

Este paso adelante del Gobierno para frenar las iniciativas que han surgido desde algunas Comunidades Autónomas en contra del ‘fracking’ está en consonancia con las recomendaciones que efectuó este martes la Comisión Europea, en el que se desmarcaba de países como Francia o Bulgaria que han prohibido esta práctica y se mostraba favorable a ella, aunque realizando siempre una correcta evaluación de los impactos y riesgos ambientales. El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger declaró que, además, que “el gas de esquisto tiene un enorme potencial” y recordó que Estados Unidos podría pasar de ser importador de energía a exportador gracias a sus avances en esta tecnología.

El uso de ‘fracking’ en las prospecciones en el Mediterráneo
La fracturación hidráulica o ‘fracking’ es un sistema para extraer hidrocarburos que se encuentran a mucha profundidad o en el que las burbujas de combustible se encuentran dispersas en el interior de un estrato rocoso. Consiste en la inyección a gran presión de agua con arena y algunos productos químicos con el objetivo de provocar grietas en la roca y conseguir que las bolsas de gas o petróleo se abran camino entre las fisuras abiertas: de este modo se puede acceder a un combustible situado en puntos donde hasta ahora no era factible alcanzar.

Esta técnica se conoce desde los años 50 del siglo pasado pero no se ha utilizado hasta ahora por su alto coste económico, pero ahora el escenario ha cambiado. Agotadas las zonas petroleras ‘convencionales’, los ojos de las empresas energéticas y de los gobiernos se posan sobre zonas que tradicionalmente no han sido petroleras, como el Mediterráneo. Los avances tecnológicos también han ayudado al desarrollo del ‘fracking’: “Hasta ahora las prospecciones eran en vertical, ahora también se pueden hacer en horizontal. El pozo se curva a una profundidad entre 1500 y 2000 metros buscando las bolsas de combustible” afirma Carlos Bravo, biólogo de la Alianza Mar Blava.

Según Bravo, los riesgos del fracking son evidentes: “La ruptura del estrato rocoso puede provocar movimientos sísmicos. Además, siempre hay una parte de gas metano que escapa a la atmosfera, lo llamamos ‘gas fugitivo’. Este gas metano es un gran generador de CO2, es tan contaminante como el carbón”.