EFE / El Gobierno de la nación analizará con Madrid y con otras comunidades que lo planteen la posible aplicación del toque de queda, que requeriría decretar el estado de alarma.
El consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, ha dicho este martes que la Comunidad estudia pedir al Gobierno que declare el toque de queda para lograr que no haya ningún tipo de movilidad en determinadas horas del día, como se ha decidido en Francia.
Ruiz Escudero ha indicado que la propuesta surgió en una reunión que mantuvo este lunes con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y los representantes de distintos colegios profesionales, aunque ha explicado que la Comunidad no tiene cobertura legal para adoptar esta decisión, que corresponde al Gobierno y que, a su juicio, «no sería de aplicación solo en Madrid sino en toda España».
«En esta situación que estamos viviendo con la pandemia cualquier opción que implique restricción de la actividad o de la movilidad hay que estudiarla», ha subrayado durante un desayuno organizado por Europa Press, tras el cual fuentes de la Consejería han precisado que la propuesta es que se aplique el toque de queda entre la medianoche y las seis de la mañana para perjudicar lo menos posible a bares y restaurantes y evitar botellones y fiestas en viviendas.
En respuesta al planteamiento de Madrid el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado que el Gobierno central analizará con Madrid y otras comunidades que lo planteen la posible aplicación del toque de queda, que requeriría decretar el estado de alarma.
Por eso, el ministro ha advertido de que «si se diera el caso para aplicarlo, habría que conocer qué grupos estarían dispuestos a apoyarlo en el Congreso para tener la perspectiva de que pueda tener un horizonte de más de 15 días».
Illa ha reconocido que es una medida que está «en evaluación y estudio», algo que coincide con el fin el próximo sábado del estado de alarma, que según el ministro no se va a prorrogar en Madrid.
Este martes Ministerio y Comunidad de Madrid analizarán en la reunión semanal del Grupo covid-19 «alternativas con amparo legal para seguir tomando medidas estrictas que permitan reducir la incidencia acumulada» en la región, según Illa.
El toque de queda que estudia solicitar la Comunidad de Madrid es una medida que no se especifica en la legislación española y sobre la que los expertos se dividen entre quienes la vinculan al estado de alarma y quienes creen que entra dentro de las competencias de las comunidades autónomas.
En cambio el toque de queda que han aplicado el Gobierno francés para París y ocho áreas metropolitanas o el Ejecutivo belga supone una restricción de la libertad de circulación y reabre el debate vivido en los meses de abril y mayo sobre los instrumentos legales necesarios para limitar derechos fundamentales.
El consejero madrileño de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, ha pedido que no se confundan los conceptos y se entienda que el toque de queda que se plantea «está muy relacionado con poner fin a la actividad económica a una hora determinada para que los ciudadanos no tengan más remedio que ir a sus casas porque no hay otra cosa que hacer».
No se trata, ha seguido diciendo, de la figura del toque de queda que supondría la suspensión de un derecho fundamental que solo cabe bajo un estado de excepción.
Para el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, «evitar» las fiestas en domicilios privados «corresponde a todos» los ciudadanos de Madrid, y ha opinado que «no estaríamos cumpliendo nuestro papel» si para que no haya estas reuniones «tiene que haber un toque de queda» en la ciudad.
Al planteamiento de Escudero ha respondido también la oposición, como el portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, que ha criticado que el Gobierno madrileño valore que se imponga un toque de queda cuando alegan que hay una mejoría de los datos para levantar el estado de alarma.
En la misma línea la portavoz de Unidas Podemos, Isa Serra, ha reprochado que Ayuso denunciara que el Gobierno de la nación impuso «una dictadura» en la Comunidad de Madrid con la declaración del estado de alarma y ahora genere «incertidumbre» al plantear que se decrete un toque de queda.
Rocío Monasterio, portavoz de Vox, se ha opuesto a un toque de queda en toda España, y ha pedido «menos confinar y más rastrear», porque de lo contrario «se van a arruinar comercios y vamos a seguir por un camino que nos va costar años recuperar».
En cambio el portavoz de Cs, César Zafra, ha defendido medidas más contundentes como el toque de queda porque «es preferible pasar dos o tres semanas malas a pasar tres meses de agonía».