@B.R./ A pesar de que es verano y estamos en pleno mes de agosto aún hay algunas imágenes que sorprenden y más si se trata de un espacio protegido y dentro del Parque Natural de ses Salines como es la zona de Es Cap des Falcó. Durante el pasado fin de semana se podía observar cómo el camino que da acceso a la zona estaba repleta de vehículos, igual que lo estaba el mismo aparcamiento. A esta situación de caos circulatorio hay que añadirle la música del restaurante que se encuentra en dicho enclave. Una música que resonaba por toda la zona.
Desde la Direcció General d’Espais Naturals i Biodiversitat de la Conselleria balear de Medi Ambient aseguran que se está redactando el plan de gestión con el fin «de asegurar la conservación de los hábitats». Además, señalan que ya ha habido una reunión con los responsables municipales de Sant Josep para poner de manifiesto «la intención de regular los accesos a los hábitats protegidos». En esta línea, desde Espais Naturals también indican que el Ayuntamiento de Sant Josep ya ha mantenido contactos con la propiedad de los terrenos, «quienes están interesados en establecer alguna regulación para ordenar la zona».
Aún así, desde la Conselleria de Medi Ambient destacan que la problemática de los coches en estos espacios protegidos requiere «de una solución integral». «Es por este motivo que se está trabajando con la Dirección General de Movilidad del Govern balear para establecer un sistema coherente de autobuses para acceder a los espacios naturales sin necesidad de estacionar el vehículo privado», señalan.
Por su parte, desde el Consistorio de Sant Josep alegan que no constan ningún tipo de denuncias por ruidos e insisten en que la regulación de la movilidad en un lugar como el Parc Natural «no es competencia directa» del Consistorio, «pero estamos trabajando conjuntamente para hacer un plan de gestión del Parc Natural más eficaz y sostenible», precisan.
Mientras los responsables políticos siguen estudiando algún tipo de solución a esta problemática que se repite año tras año, los vehículos siguen invadiendo el Parc Natural.