Por D.V: En su comparecencia ante los medios de comunicación tras el último Consell de Govern del año, el portavoz del ejecutivo balear, Rafel Bosch, ha expresado su esperanza de que en el año 2013 se consigan “cuadrar las cuentas” autonómicas. Sin hablar en ningún momento de crecimiento económico, Bosch ha señalado el principal objetivo de cara al 2013: no aumentar el déficit.
Así, Bosch ha asegurado que la única manera posible de lograrlo es, por un lado, manteniendo los recortes en la inversión y, a la vez, aplicando todos los impuestos que están proyectados y que han provocado un gran rechazo en las asociaciones empresariales. Así, es previsible que en los primeros meses del 2013 se empiecen a aplicar la tasa de medio céntimo de euro por cada envase no retornable, un impuesto sobre los alquileres de coches, una tasa en función de los metros cuadrados de las grandes superfícies más un aumento del canon de saneamiento del agua. También se aplicará un impuesto del patrimonio a las fortunas que tengan más de un millón de euros.
Una deuda monstruosa
El Govern balear debe 5.300 millones de euros a los bancos y se calcula que paga un millón de euros diarios sólo en intereses de la deuda. Sin embargo, el ejecutivo ha superado momentáneamente la asfixia económica gracias a que se ha acogido al Fondo de Liquidez Autonómica, el conocido como rescate. Una operación que le ha permitido ingresar 355 millones de euros para realizar los pagos más urgentes.
Precisamente, esta nueva liquidez le ha permitido al Govern pagar 325 millones de euros a proveedores e instituciones durante los meses de noviembre y diciembre. También se ha anunciado el pago de 12.7 millones de euros a IB3 para cubrir el déficit acumulado durante el ejercicio de 2012.