EFE / El acusado del homicidio de una mujer en marzo de 2017 en Ibiza ha admitido este lunes en el juicio que acabó con la vida de la víctima, pero su letrado ha pedido su absolución alegando que le clavó un punzón tratando de defenderse de ella durante una pelea y que estaba embriagado por alcohol y cocaína.
El procesado, para quien la Fiscalía solicitaba antes del inicio de la vista 12 años y medio de prisión, ha explicado ante el jurado que juzga el caso que no solo confesó el homicidio cuando no había sospechas sobre él, sino que además facilitó a la Policía las imágenes de las cámaras de seguridad que le situaban en el lugar de los hechos.
«Todos los días de mi vida», ha respondido el acusado cuando su abogado defensor le ha preguntado si se arrepentía de lo que había hecho.
Según la declaración del procesado, dada por cierto por el fiscal, tras relatar el 1 de abril el homicidio a su esposa e hijastro, viajó a Madrid para contárselo a otro hijo y allí, el 3 de abril, se personó ante un juzgado de guardia, donde anotaron su relato y le dijeron que le llamarían antes de 15 días.
Entonces, el homicida insistió ante un policía, que dio crédito a su confesión y comprobó que se había producido la muerte de una mujer en Ibiza en las circunstancias expuestas, aunque la forense que participó en el levantamiento del cadáver la atribuyó a causas naturales.
El escrito de acusación de la Fiscalía apunta que F. G. R. D. se entregó ante el juzgado de instrucción de Guardia de Madrid cuando no había ningún procedimiento legal en su contra, ya que el médico forense indicó que podía tratarse de una muerte natural.