Uno de los locales de ocio nocturno preferidos por los ibicencos en el Paseo Marítimo de Ibiza, el Keeper, cambia de manos. En un principio, seguirá llamándose igual y dedicándose a lo mismo, música, entretenimiento y copas. Un grupo holandés con otros negociones en la isla y fuera se ha hecho con la emblemática sala de fiestas ibicenca después de que los herederos del local lo pusieran en venta tras la muerte de sus impulsores. Ha estado dirigido durante 33 años por Lolo López, alma mater del Keeper y quien ahora, según explica, va a tomarse un más que merecido año sabático después de haber estado «más de media vida» al frente del local junto a distintos compañeros, como, por ejemplo, el desaparecido Santi Cabrit, entre otros.
En el proceso de venta, al Keeper le han salido numerosas novias y de entre los posibles compradores de los que se ha hablado estaba un fondo de inversión británico que tenía pensado reacondicionarlo como restaurante de lujo. Sin embargo, la sala seguirá manteniendo, finalmente, el mismo modelo de negocio. Los compradores se han hecho, además de con el local, con la marca y seguirán explotándolo bajo el mismo y conocidísimo nombre.
«Acaba un ciclo, comienza otro». Así lo explica Lolo López, que afirma que, en parte, lo echará de menos, aunque por otra afirma estar contento de poder dedicarse también «a hacer otras cosas» después de haber cumplido 63 años y haber pasado «media vida vinculado al Keeper». En el recuerdo se lleva anécdotas que darían «para escribir un libro, amigos y vivencias de todo tipo». Recuerda cuando contrató a una camarera que el día que se incorporó al trabajo llegó conduciendo un Ferrari. «Se armó un revuelo porque habían aparcado un deportivo muy llamativo junto a la acera de Keeper, un Ferrari, y resultó que quien lo conducía era nuestra nueva camarera», señala entre risas.
Por el local han pasado deportistas de primerísimo nivel, como Pau Gasol o Rafa Nadal, además de numerosos futbolistas de Real Madrid, Barcelona o Athletic Club, entre otros de la Liga española y de otras de Europa. O cantantes de la talla de Julio Iglesias o el vocalista de ‘Simply Red’, Mick Hucknall, que se dio la casualidad de que cuando entró en Keeper estaba sonando una canción suya y, para sorpresa del dj, se acercó a la cabina para saludarlo, lo que creó un gran interés entre los seguidores de su grupo presentes en la sala en aquel instante.
En una ocasión, rememora, toda la clientela se agrupó en torno a una persona para pedirle un autógrafo, «y en un primer momento no sabía de quien se trataba. Pregunté a una camarera y me dijo que era el actor Denzel Washington. Llegó con dos guardaespaldas, pero se sintió tan cómodo y seguro que al rato les dijo que se fueran y se quedó hasta última hora. Después se marchó a Pachá con gente que había conocido en Keeper». Como dice Lolo, daría para escribir un libro, puesto que además de personajes del deportes, la música y el cine, también ha tenido entre sus clientes a políticos españoles de primera línea y con los que se han dado, asimismo, graciosas anécdotas que, sin embargo, prefiere guardar para sí mismo.
«No es un adiós, porque Keeper seguirá abierto…, y no sé más adelante, pero de momento con la misma fisonomía que hasta la fecha, porque creo que para esta temporada que viene no se ha planteado ninguna remodelación. Aunque es posible que más adelante se modernice y se le dé un cambio de imagen». Ahora, Lolo, que recuerda con cariño también a algunos de los relaciones públicas que ha tenido, como Marc Ostarcevic o Labi Champions, «quienes han traído infinidad de deportistas y personas famosas a Keeper, además de todo el personal que ha pasado por la sala», se dedicará a disfrutar desde el otro lado de la ‘barra’, desde otro punto de vista, de un año de tranquilidad antes de buscar un nuevo empleo antes de su próxima jubilación.
Bien, a ver si los nuevos responsables hacen respetar el descanso de los vecinos cercanos, sinó, tendremos guerras…. asi entonces, tomen nota del comentario. Salut