@L.A./El Museo de Puig des Molins ha abierto al público dos nuevos hipogeos que tienen la particularidad de ser accesibles a todos los visitantes. Ambas cámaras se ubican en la cantera que hay en el yacimiento, y albergan reconstrucciones de enterramientos púnicos del siglo V al siglo III a.C. y un enterramiento romano.
El director del museo, Benjamín Costa, ha explicado eran conscientes de que las personas con movilidad reducida no podían acceder a los hipogeos de la Mula, porque el acceso es mediante una escalera empinada. «De alguna manera queríamos facilitar que también estas personas pudieran venir, conocer el yacimiento, y mediante estas reconstrucciones, entender la secuencia de utilización de este yacimiento», ha asegurado Costa.
Los dos hipogeos se encuentran en el frente de la cantera que se ubica detrás del edificio del museo, un frontal de piedra que esconde más cámaras de este tipo.
Según Costa, su apertura «es una primera fase de un proyecto más ambicioso», que incluye abrir nuevas cámaras en este frontal de piedra y museizarlas.
Reproducciones de «pureza absoluta»
El trabajo de restauración corrió a cargo de la restauradora Elena Jiménez y de un grupo de estudiantes. Al respecto, el director del museo ha destacado que «todas las reconstrucciones están basadas estrictamente en los resultados de investigaciones científicas que se han llevado a cabo en la necrópolis a lo largo de muchos años».
«Se ha intentado un nivel de pureza absoluta en cuanto a las reproducciones. Por ejemplo, los huevos de avestruz son auténticos y se han pintado a mano siguiendo el mismo proceso de la época púnica. Los amuletos son unos huesos tallados a mano por un artesano copiando fielmente los modelos púnicos, y la cerámica romana es una copia absolutamente idéntica a los modelos reales», ha detallado el director del museo, sin olvidar el laborioso procedimiento de envejecimiento de los huesos que también se ha llevado a cabo en el proceso de restauración.
Costa ha señalado que uno de los objetivo de la museización es que «las personas puedan ver que estas tumba no tuvieron un uso restringido en un momento concreto de la historia del yacimiento, sino que su secuencia ha sido larga».
Para ello, uno de los hipoegeos alberga «tres momentos» en la historia del yacimiento: «Uno incial, correspondiente a siglo V principios del IV, en el que es frecuente el uso de sarcófagos; una serie de enterramientos en los siglos siguientes III, II incluso I antes de Cristo, que en un momento dado son arrinconados para dejar espacio a nuevos enterramientos y que en este caso es una inhumación de la época romana que podríamos situar en los primeros años del siglo I de nuestra era», ha detallado Costa.
Ambas cámaras se conectan por un agujero hecho por saquedores a lo largo de la historia del yacimiento.
Por último, Costa ha anunciado que está en conversaciones con la Once «para ver la posibilidad de que personas con dificultad de visión no sólo puedan conocer el museo sino también de disfrutar del yacimiento».
sé de algunos, de saqueadores