@Noudiari / El Observatorio de Puig des Molins (OPM), gestionado por la Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE), superó en 2018 todos los récords de visitantes, al lograr la cifra de 2.325 personas, entre estudiantes y adultos, y tanto grupos como particulares, que visitaron estas instalaciones. Esta cifra representa un aumento del 76% sobre las 1.318 personas que visitaron el Observatorio en 2017, que a su vez ya fue una cifra superior a los años anteriores.
En realidad, desde que en 2015 reabrió sus puertas al público, el OPM no ha parado de crecer en visitantes. Durante las visitas (que se hacen en grupos reducidos, por el escaso espacio disponible), los voluntarios del AAE hacen una explicación sobre los astros que serán visibles cada noche y después se sube a la cúpula del observatorio para contemplarlos a través del telescopio.
Las sesiones son los martes y jueves por la noche, y también los miércoles por la mañana, estas para observar el Sol.
Gran parte de este aumento se debe a las dos sesiones de puertas abiertas que se hicieron, con motivo del eclipse de luna de día 27 de julio, y la observación lunar del día 21 de octubre, que reunieron entre ambas un millar de personas.
La Memoria de Actividades de la AAE 2018 pone también de manifiesto que el año pasado fue especialmente productivo por la puesta en marcha del nuevo Grupo de Detección de Bólidos, formado por una decena de personas que operan tres cámaras de alta sensibilidad, encargadas de capturar cualquier objeto luminoso que aparece en el cielo de Eivissa.
De momento, se tienen en funcionamiento tres cámaras, ubicadas todas ellas en el propio Observatorio de Puig des Molins, apuntando a secciones diferentes del cielo. De todas maneras, todavía no se puede cubrir el 100% de la bòveda celeste, por lo cual se busca un lugar donde instalar dos cámaras más que cubran la parte de poniente de la isla.
De momento, este Grupo de Bólidos ha obtenido importantes resultados, que son comunicados a la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, entidad nacional que agrupa varias entidades científicas y universidades de España.
Durante el pasado año, se continuaron obteniendo fotos de la Luna y de los planetas gigantes desde el OPM, a pesar de que la mayor parte de los trabajos de astrofotografía corresponden a equipos propios de los socios, que fotografiaron galaxias, nebulosas y cometas desde Cala d’Hort.
Destacan los cometas 46P/Wirtanen y lo 21P/Giacobini-Zinner, capturados por el astrofotógrafo Faustino Márquez. También el que ha sido galardonado en 2018 por la NASA con un APOD (Astronomy Picture of the Day) al procesado de la galaxia Arp188.
El Telescopio de Cala d’Hort (TCH), propiedad del Consell de Ibiza y gestionado igualmente por la AAE, estuvo en proceso de limpieza y recalibración durante todo el año, lo cual interrumpió su actividad astronómica, que se acaba de reiniciar apenas iniciado 2019.
Una de las actividades más importantes ha sido la finalización de la redacción de la propuesta de Normativa para la Protección del Cielo Nocturno de Eivissa, destinado a luchar contra la Contaminación Lumínica, y que ha sido entregado a todos los ayuntamientos de Eivissa y al Consell para que la usen para aprobar normas de obligado cumplimiento en esta materia. Eivissa necesita preservar su cielo oscuro para proteger la actividad astronómica, pero también por motivos medioambientales y de salud humana.
Entre las charlas y conferencias más importantes destaca la que pronunció, ante 300 personas, el youtuber de Quantum Fracture, José Luis Crespo, o el divulgador ibicenco Jordi Pereyra con más de 200 asistentes, así como el director del Museo de Meteoritos de Canarias, José García, con una asistencia parecida.
Muy bien. Ojala haya más alternativas de difusión de la ciencia, que también es ocio y una forma de aprender.