Un año más el Parc natural de ses Salines d’Eivissa i Formentera se ha visto obligado a lanzar una campaña para evitar los famosos baños de barro en la laguna de s’Espalmador de Formentera, un espacio litoral de gran singularidad por su flora y fauna.
En las redes sociales, como Instagram, proliferan cada año imágenes de personas ‘postureando’ en estos baños, con el cuerpo cubierto completamente de barro.
«Esta laguna es un espacio natural, idóneo para el descanso, reproducción y nidificación de aves acuáticas que son altamente sensibles a los cambios y a los efectos ocasionados por la presencia humana», advierten desde el Parc Natural.
La gran afluencia de visitantes, especialmente en verano, y los baños de barro, prohibidos expresamente por normativa del Parque natural, «provocan que las aves que llegan a la laguna se vean obligadas a desplazarse a otras zonas», alertan.
Por todo ello, los técnicos que cuidan del parque piden la colaboración de toda la población «para continuar preservando un espacio natural tan singular como este».
A menudo las personas que se dan estos baños traspasan las cuerdas del perímetro de la laguna.
Explican, además, que los famosos beneficios para la piel que se dice que tienen esos barros no están en absoluto demostrados, mientras que sí lo están sus perjuicios, que pasan por infecciones en la piel, erosión de la base de los acantilados, alteración del hábitat y puntos de alimentación de aves y que genera retroceso de la costa y pérdida de raíces de flora.