@Noudiari / El presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Joan Gual de Torrella, ha destacado que el Plan estratégico que elabora en este momento el organismo portuario persigue «priorizar la sostenibilidad del tráfico de cuceros» en los puertos que gestiona y descarta perseguir su crecimiento.
Así lo ha subrayado Gual de Torrella en una entrevista a IB3TV, en la que se ha referido a las señales de alarma por la concentración de turistas de cruceros en el centro de la ciudad de Palma, «que han conducido a mantener contactos con las navieras de cruceros para buscar unas medidas para redimensionar este mercado a un turismo más sostenible».
Desestacionalizar y evitar coincidencia de miles de cruceristas
Además, el presidente de la APB especifica que las bonificaciones que la APB tiene establecidas para el tráfico de cruceros están orientadas a potenciar aquellos puertos donde no existe el problema que tiene Palma, como son Maó y Alcúdia. Así como también a bonificar aquellos cruceros que hacen escala en temporada baja en Palma e Ibiza, a partir del mediodía y que no coincidan con otros cruceros. «Unas acciones que intentan desestacionalizar y evitar coincidencias de cruceristas en un mismo día y a la misma hora», explica.
El presidente de la APB ve los puertos como unas infraestructuras donde llegan y parten unos turistas que vienen a visitar las Islas Baleares, pero cree que «quien debe decidir el número de turistas que pasan no es el puerto sino el destino turístico».
Clase Europax
En este sentido, Gual de Torrella se ha referido al grupo de trabajo Cruise 2030 del que el puerto de Palma forma parte junto con los puertos de Venecia, Dubrovnik, Marsella, Cannes, Amsterdam, Málaga y Bergen. Este grupo de trabajo está pidiendo a las navieras que reduzcan el tamaño de sus cruceros destinados a Europa con la creación de una nueva clase llamada Europax. «Los cruceros son cada vez más grandes» ha apuntado y en este sentido ha manifestado que lo que se está advirtiendo a las navieras «es que si bien esto en el Caribe o en Asia puede funcionar, en Europa, tarde o temprano, acabarán teniendo el mismo problema» por el tamaño de los buques.
Para el presidente de la APB, las conversaciones iniciadas en septiembre pasado entre el Gobierno y las navieras de cruceros continúan para encontrar una solución y ha confirmado que existe una conexión entre ambas partes.
«A una naviera, cuando se le dice que no hay lugar suficiente para todos los turista que lleva, lo entiende. Una naviera no quiere ser mal recibida en un destino, además de que la saturación de los cascos históricos redunda en contra de la misma naviera para que la experiencia de la escala no es buena», afirma Gual de Torrella.
Escalonamiento y desestacionalización
En lo que respecta al puerto de Palma, prevé para 2020 que la mayor parte del año -en concreto 286 días- coincidan en el puerto de Palma como máximo dos cruceros y que los dos días del año que se registran las puntas de seis y siete cruceros, cuatro son cruceros de pequeña eslora y de menos de 400 pasajeros y otros cuatro de puerto-base. Gual de Torrella concluye: «hay que hacer un trabajo para racionalizar los horarios en los que bajan los turistas a tierra, racionalizar los días y, si esto no basta, racionalizar el número total de cruceristas que llegan al destino».