@Noudiari / Balears es la tercera comunidad con mayor índice de pobreza en 2018 en España, por detrás de Canarias y Extremadura. Pese a liderar el crecimiento económico y de empleo del país, al incremento de pasajeros que año tras año aterrizan en los aeropuertos de las islas y a la masificación turística, un 12,8 por ciento de la población está en una situación de exclusión social moderada y un 8,7%, en exclusión severa, según refleja el VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado este miércoles por Cáritas Española.
La crisis económica o la precarización del empleo han tenido consecuencias negativas en todo el país. Sin embargo, resulta más novedoso la nueva configuración territorial de la exclusión. El tradicional eje norte-sur de la pobreza se ha extendido por primera vez hacia el Mediterráneo, incorporando a Cataluña y Baleares entre las comunidades donde la exclusión social es más elevada.
El VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado este miércoles por Cáritas Española, trata del primer trabajo de investigación que analiza la realidad social del país tras la salida de la crisis económica. El estudio es el resultado de una macro encuesta realizada a más de 11.600 hogares de todas las comunidades autónomas y cuyos datos han sido analizados por más de 130 investigadores de 43 universidades y organizaciones españolas.
Según este informe, la población en situación de exclusión en Baleares sube hasta el 21,5%, sumándose así a las regiones donde la población en riesgo de exclusión supera la media española, como Canarias (29%), Extremadura (23,2%), Andalucía (18,6%), Murcia, (18,5%) y Valencia (20,3%). Solo Castilla-La Mancha –una comunidad autónoma tradicionalmente alineada en el eje sur– se ubica ahora más cerca de una situación intermedia.
Para llegar a esta conclusión el informe no solo toma en cuenta los ingresos de las familias o sus carencias materiales (no poder pagar los servicios de la vivienda o la calefacción) sino también otros indicadores como la ausencia de lazos (soledad), relaciones sociales conflictivas o el acceso a derechos básicos como el empleo, la vivienda, la educación o la participación política.
«Uno de los factores que más están influyendo en la incorporación del eje mediterráneo es la exclusión residencial. Esto se aprecia mucho en Baleares y en la gente que va a trabajar allí y no encuentra piso o en los problemas de vivienda que hay en torno a la ciudad de Barcelona», indicó este miércoles Guillermo Fernández, coordinador del informe. Para este sociólogo, este fenómeno también responde a «las características de las comunidades ricas o con muchos recursos como Baleares y Cataluña y que tienen, sin embargo, graves problemas de exclusión». Pese a que los detalles de este estudio por comunidades autónomas serán presentados en los próximos meses, Fernández subrayó este miércoles que los factores que aumentan la exclusión pueden ser muchos y muy variados y no necesariamente «tienen que estar vinculados a un factor político determinado», como es el proceso soberanista en Cataluña.