@Noudiari / Probablemente el sacerdote ibicenco Josep Planells fue el más emocionado con el Premi Rmon Llull, pese a que no pudo acudir a la entrega. A sus casi 86 años de edad, Pep Negre conserva toda la agilidad mental y la sensibilidad que le han convertido en una de las personas más queridas y admiradas por parte de quienes le han tratado. El ‘sacerdpote-poeta’ agradeció desde la distancia el premio a todos quienes le han respaldado a lo largo de su trayectoria.
Sus sucesivos superiores en el seno de la iglesia también recibieron calificativos de gratitud, ya que «siempre me han alentado a continuar con mi actividad literaria, que está muy hermanada con mi vocación religiosa y es, sobre todo, un canto de amor a Dios y a la Tierra que Él creó», suele recordar.
Tampoco faltó la emoción entre los representantes de la moda Adlib que asistieron al acto de entrega de los Premis Ramon Llull celebrado en Palma. «Este reconocimiento por parte del Govern balear es un estímulo para seguir creando y trabajando en el campo de la moda ibicenca, que hoy ya se conoce en todo el mundo», destacaron algunos de los responsables del colectivo. Muchos de ellos evocaron la figura de Smilja Mihailovitch, que si bien no creó la moda ibicenca sí fue capaz de ver su potencial y ponerlo en valor ante las autoridades insulares.
Aparte de su nacimiento como moda alternativa, una moda «antimoda» como se la llegó a definir, Adlib ha sido capaz de evolucionar al ritmo de los tiempos y de consolidarse en el mundo a pesar de lo cambiante, voluble e inestable de este sector de la industria, entre el arte y el comercio. Como todas las artes, por otro lado. «El apoyo de los gobernantes que supone este premio es una recompensa a todos los años que sufrimos de ignorancia y menosprecio por parte de gobernantes anteriores, que nos tenían sólo como una nota folclórica con la que alegrar el calendario turístico», puso de manifiesto otro representante.
Adlib comienza este año una nueva etapa de consolidación de lo ya consolidado, en la que no se olvidará la importancia de abrir nuevos mercados en los países de economía emergente sin olvidarse de lo ya conquistado, ofreciendo nuevas creaciones y diseños que sigan seduciendo al público comprador de moda en multitud de países. Para ello esperan seguir contando con el apoyo de las instituciones insulares y autonómicas, sin las que «resulta muy difícil abrirse nuevos caminos», señalaron. La próxima cita Adlib en Eivissa se ha convocado para comienzos del próximo mes de junio, con sendos desfiles en Santa Eulària.
Posiblemente, la Asociación de Vecinos de el Pilar (la Mola) de Formentera aportó al acto el mayor número de representantes de todos los premiados con el Ramon Llull. Como un solo hombre o una sola mujer, los galardonados dejaron patente ante los asistentes los motivos por los que se reconocían sus méritos. Con un aire muy festivo y muchos gritos de ánimo por parte de su particular claca y de muchos simpatizantes procedentes de otros rincones de Balears, los vecinos de la Mola subieron al escenario y agradecieron el galardón dejando muy claro el mucho trabajo que ha tenido que desarrollarse para volver a convertir en normal lo que antiguamente ya era normal.
Los juegos populares, las tradiciones más ancestrales y la convocatoria de diversas actividades para dinamizar la vida cultural y lúdica de la localidad han sido fundamentales para que las generaciones más jóvenes de formenterenses se familiarizasen con las diversiones que alegraron la vida de sus antepasados antes de que el boom turístico amenazase con imponer sus propias tradiciones y entretenimientos. Hoy hay ya en el Pilar varias promociones de jóvenes capaces de transmitir a las generaciones posteriores estos valores, que muy a punto estuvieron de desaparecer por la fiebre del oro que supuso la invasión turística.