Ruido ensordecedor (ver vídeos adjuntos), barro por todas partes, suciedad… Este es el panorama desolador que presenta una zona de Platja d’en Bossa del municipio de Ibiza en pleno arranque de la temporada alta. Por ello, la Asociación Empresarios Platja d’en Bossa, dos grandes hoteles de la zona, varios complejos de apartamentos, un restaurante, una expeduría de tabaco y un negocio de Rent a Car se han unido para solicitar de manera conjunta al Ayuntamiento de Ibiza «la inmediata y urgente paralización de las obras».
Así, los trabajos de construcción de un edificio de nueva planta en el solar, situado entre las calles Carlos Román Ferrer nº 40-42, avenida Pedro Matutes Noguera y calle Sa Punta, están resultando un auténtico «quebradero de cabeza» tanto para los empresarios como para los primeros turistas alojados en la zona, porque el nivel de ruido es «insoportable» y porque incluso están ensuciando de nuevo la zona de piscina de un hotel contiguo que está preparando su apertura. La Federación Empresarial Hotelera les apoya en su reivindicación.
Han reclamado por escrito al Consistorio la paralización de las obras «desde el momento presente, y mientras dure la temporada estival», «con el fin de salvaguardar la economía, el empleo y la actividad turística de la que dependen tantas familias, trabajadores y empresas de esta zona d’es Viver y Platja d’en Bossa». Los negocios firmantes dan empleo a más de un centenar de trabajadores de manera directa y generan otros tantos empleos indirectos, destacan.
Joan Ferre, director de uno de los negocios más perjudicados, White Apartments, que está justo pegado a la obra, explica que los trabajos de este edificio de nueva planta incluyen la habilitación de cimentación con maquinaria pesada y muy ruidosa, y cuya ejecución está previsto que se prolongue durante toda la temporada estival, según han podido saber por la propiedad y la dirección de obra. «Una noticia nefasta para los negocios», que aseguran estar sufriendo una situación «incalificable» y precisamente cuando tratan de arrancar una temporada incierta tras la de 2020 que fue casi testimonial por la crisis de la Covid.
En su caso, la piscina de su negocio, que estaban limpiando para la inminente apertura, se ha llenado de suciedad y barro porque las barreras que han colocado en el perímetro no son suficiente para controlar las salpicaduras y proyecciones de material de obra.
Lo peor, insiste, son los ruidos ensordecedores. «¿Y cuando estén los clientes? ¿Tendrán que soportar ese ruido infernal en sus vacaciones en Ibiza?», se pregunta.
«Lo único que pedimos es que se respete la normativa que ha habido siempre y que se deje de hacer ruido durante la temporada», insiste. «Han tenido todo el invierno para hacerlo, ahora no es el momento de ninguna de las maneras», subraya.
Los afectados han puesto en conocimiento de los hechos al Consell insular, a través de su director Insular de Turismo, y también al gerente de Fomento del Turismo, que les ha asegurado que transmitirá su preocupacion al Ayuntamiento de Ibiza en un próximo encuentro.
Además, han enviado un escrito directo al alcalde, firmado por Juanjo Riera, vicepresidente de la Federación Hotelera, en respuesta al bando municipal que se refiere a las obras en el municipio, trasladándole «una absoluta decepción con su contenido». Algunos empresarios también han enviado escritos en el mismo sentido a título particular.
«Aparte de la regulación del horario de ejecución de los trabajos (que por tanto, confirma que se pueden ejecutar) el resto del mismo no resulta claro, lo cual nos da a entender que las obras se ejecutarán con normalidad, a partir de las diez de la mañana», critican en la solicitud conjunta.
«Lamentamos que no se defienda el turismo en la ciudad de Ibiza, y que en la zona dónde se concentra el mayor número de plazas turísticas de la ciudad, se vayan a ejecutar durante el verano al menos media docena de obras, algunas de ellas de titularidad pública», prosiguen y vatician «perjuicios de imagen, económicos y nos desanima profundamente la nula protección del turismo por parte del Ayuntamiento».
«Todos los establecimientos de la zona están planificando su apertura, con gran incertidumbre y nervios, para que los escasos clientes que atendamos, lo primero que hagan es quejarse en recepción de los ruidos», dicen en el escrito y le reiteran «la petición de paralización urgente de las obras durante los meses de fuerte actividad, de junio a septiembre».
Bajo estas líneas, el bando municipal publicado en prensa.