NouDiari / La asociación Equip Voluntari lleva desde el inicio de la pandemia ayudando a los más desfavorecidos gracias al programa Juntos contra el Covid-19. Ahora, tres meses después, realizan un balance de sus actuaciones en el que se destaca la labor de los voluntarios en el Banco de Alimentos, para ayudar a personas en situación especialmente vulnerable. En el texto también se incide en la escasa (prácticamente nula) colaboración oficial que han recibido como asociación para ayudar a las personas en riesgo social. Ante la falta de apoyos y medios se plantean poner fin a su labor o encontrar nuevas fórmulas, tras haber atendido y repartido alrededor de 15.000 kg de alimentos y otros productos de primera necesidad entre 137 familias, compuestas por 298 personas adultas, 109 niños y 42 bebés (hasta 24 meses de edad).
«Este proyecto se está llevando a cabo gracias a una transformación y adaptación interna para dar cobertura a las personas de Ibiza más necesitadas afectadas por la pandemia», explica presidente Vicent Costa Bonet. Para ello, partiendo de la nada, Equip Voluntari movió ficha para obtener los permisos, acreditaciones y autorizaciones necesarias para convertirse como entidad-Covid-19 por el Govern de Baleares.
Tras realizar un objetivo balance de estos últimos 3 meses, «es una realidad las serias dificultades que tenemos para continuar en activo con nuestro Banco de Alimentos, creado para satisfacer la demanda inmediata y urgente de personas sin recursos para adquirir alimentos y otros productos de primera necesidad», informan. El Banco de Alimentos Equip Voluntari es uno de los frentes abiertos, si bien no el único, en el programa de voluntariado Juntos contra el Covid-19. Es una obvia realidad que, llegados a este punto, la veintena de voluntarios que formamos el grupo humano hemos realizado mucho más de lo que está al alcance de nuestra mano», comentan.
«Nadie puede reprocharnos no haber estado a la altura de las circunstancias. Tenemos la conciencia tranquila del que da todo lo que puede, tiene y sabe. Otros muchos no podrán decir nunca lo mismo. Nos avalan las casi 2.000 horas efectivas hasta la fecha en tareas relacionadas directamente con el programa de voluntariado, Banco de Alimentos Equip Voluntari incluido, desde el inicio de la pandemia. La realidad, siempre tozuda, nos demuestra que es decepcionante la inacción y la testimonial implicación en proyectos de esta índole de ciertas personas, entidades, organismos e instituciones públicas», destacan.
«Esperábamos y deseábamos muchísimo más. ¡Qué fácil se ve todo tras un cristal o con un mostrador delante o sentado en un despacho o cobrando todos los meses una buena nómina! No hay peor ciego que aquél que no quiere ver», inciden.
Desde la asociación dicen que «invitaríamos a más de uno a acompañarnos un día cualquiera (el que eligiera) y viera y sintiera lo mismo que nosotros. Aún así, no seremos nosotros quienes tiremos la primera piedra. No estamos exentos de errores. ¿Cuántas veces nos habremos equivocado ya, los voluntarios? Muchas. ¡Y más tropezaremos! Sin embargo, nosotros no nos escondemos, no lastramos ni entorpecemos proyectos, ni nos hemos quedado con los brazos cruzados viéndolas venir o, en el mejor de los casos, yendo a salto de mata», afirman.
En su nota explican que pretendían arrimar el hombro, codo con codo, con todo quién estuviese dispuesto a ello. «Pero la realidad nos sigue diciendo que no encontramos apoyos suficientes ni nos sentimos para nada respaldados para continuar por quienes deberían llevar las riendas de esto. Es una pura realidad, no una crítica vacía, demagoga y sin argumentos. A los hechos me remito. Aquí no hay excusas que valgan. A nosotros, al igual que ha ocurrido a todos, también nos ha sobrevenido todo esto sin esperarlo. Y, ¡míranos!, la que hemos montado un grupito de gente sana, standar, de la calle, del montón. ¿Qué seríamos capaces de hacer con la sartén por el mango?», explican.
Cuando comenzaron esta andadura ya eran conscientes de sus limitaciones y puntos débiles. Pero ahora ya no les quedan recursos económicos, de hecho aseguran que nunca han recibido ni una sola ayuda externa a pesar de solicitar colaboración a los organismos competentes. «Y nuestros recursos materiales y medios logísticos son más que limitados».
«A pesar de todo, y siempre confiando en nuestras fortalezas y capacidades, los voluntarios de Equip Voluntari hemos tirado para adelante, apartando de nuestro camino todo cuanto huela a cobardía, soberbia, hipocresía e insensibilidad», asienten.
Por otro lado aseguran que abundan «personajillos de poca monta en este desdichado mundo. Y cuanto más hurgas… más te crecen los enanos. Tan sólo gracias a la valentía, honestidad, decisión y perseverancia de unas personas anónimas que formamos esta gran familia de voluntarios nos hemos echado a la calle, liados la manta a la cabeza, sin nada que demostrar a nadie, poniendo en riesgo nuestra salud, invirtiendo nuestro tiempo y sin poder estar con nuestras familias y seres queridos el tiempo que deseábamos, todo para mejorar la calidad de vida de buena gente que ha tenido mala fortuna. ¿Alguien necesita más dosis de realidad?. Le podemos dar fe. Nos hemos mantenido al pie del cañón gracias a un genial y bravo puñado de buena gente, empática, comprometida y solidaria. Ésa también es la realidad, genial y maravillosa. Ellos sí tienen todo nuestro respeto, reconocimiento y agradecimiento por su labor. Gracias a ellos nos ha pesado menos la carga de sufragar los gastos derivados del ejercicio de nuestra actividad».
Como ejemplo destacan que ellos son los que corren con el gasto de combustible de los vehículos en los desplazamientos: un acumulado de 150 km – 200 km diarios, 7 días a la semana. «Sí, somos esta rara estirpe de personas que lo hace todo por amor al arte, sin pedir nada a cambio. No obstante, hemos llegado al límite que ya no podemos seguir pagando por realizar voluntariado. Estamos ejerciendo una labor solidaria, libre y altruista que, aún no siendo nuestra responsabilidad ni competencia, no es ni ha sido reconocida, apoyada ni sostenida por ningún estamento público».
En definitiva, afirman que «con todo el dolor en el alma, mal que nos pese, nos estamos planteando muy seriamente no continuar participando, tal y como llevamos haciendo hasta este mismo momento y desde el inicio del estado de alarma, en las labores de recogida de alimentos de donaciones anónimas en supermercados con la iniciativa Carritos Solidarios Marco Martín».
Tampoco en las tareas de clasificación y orden de alimentos en el almacén depósito en las dependencias de Sa Coma (Ibiza) para su posterior entrega a todos los bancos de alimentos. Y tampoco en las tareas de reparto a domicilio de alimentos no perecederos, productos cárnicos, fruta y verdura, artículos de higiene personal y del hogar así como productos específicos para bebés, como venían haciendo día tras día.
«Éste era el compromiso social que adquirimos con nuestro entorno más cercano, con las familias más desfavorecidas y afectadas por esta crisis social y sanitaria. Nada más lejos de la realidad, nunca se nos ha pasado por la cabeza abandonar la atención y el cuidado de personas y familias en situaciones dramáticas y que requieren de ayuda para sobrevivir. Somos sus fieles e incondicionales amigos y no vamos a dejarles en la estacada ahora. Les dimos nuestra palabra. ¿Podrían otros afirmar lo mismo?», relatan desde la asociación.
«Hemos conocido grandes amigos que reman en la misma dirección (¿acaso se puede ir en otra?) que nosotros (Marco, Montse, Cat, Luke, Punky … y una larga lista). Y gracias a empresas como Samos Group y Autos Marí que nos han prestado durante un largo periodo de tiempo sendas furgonetas de gran capacidad de carga hemos podido realizar nuestras tareas con eficiencia. También estamos agradecidos a la Parroquia de Nuestra Señora de Jesús por habernos cedido durante un tiempo un local para nuestro Banco de Alimentos».
«Gracias a este programa de voluntariado hemos tenido la oportunidad de conocer personas excepcionales que, en momentos difíciles (algunos dramáticos), saben superarse día a día. Nos han dado (y siguen dando) lecciones de vida. Más realidad, cruda realidad. Desde aquí nuestro ánimo y cariño a gente como Natalia, Patri, Ángel, Viviana, Conchi, Estrella, Vero, Marisa, Luz, Ronaldo, Vanesa, Sonia, Lily, Rosi, Agustina, Yessi, Antonio, Sabrina, Patricia, Eli, Madeline, Amy, Olga… así hasta 449 héroes y heroínas», destacan.
Para terminar, afirman que «seguiremos apoyando a gente como vosotros, aunque hemos de replantear nuevas fórmulas de colaboración. Sois nuestra principal motivación para no bajar los brazos. Nosotros, los voluntarios de Equip Voluntari, no os defraudaremos. Ésa es nuestra realidad».