@N.C. / V.R. / Las camareras de pisos pitiusas se han concentrado, esta mañana de lunes, ante la sede de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) para realizar un «escrache a la patronal» y advertirles que seguirán las movilizaciones y paros si no se llega a un acuerdo.
Ante la «pasividad» de la conselleria de Trabajo del Govern balear y de los empresarios hoteleros, una quincena de kellys han clamado frente a la sede de la calle Historiador José Clapés que: «No podemos esperar, ni física ni mentalmente, a que se realicen esos informes sobre nuestra salud que tardarán unos cuatro años», ha lamentado la portavoz del colectivo Milagros Carreño.
Consideran que esta situación no es tan compleja de solucionar, o al menos paliar, hasta que se lleguen a acuerdos laborales justos con las empleadas de limpieza. «Es tan fácil como en que cada empresa, el empresario se digne a quitarle una par de habitaciones a cada trabajadora. Esto no es tan difícil de hacer ni hay que estudiar tanto», ha explicado una de las representantes de las kellys.
Las kellys protagonizaron un parón histórico en hostelería cuando el pasado 24 y 25 de agosto se manifestaron para exigir que se cumpla la ley balear, en la que se recoge que cada hotel debe hacer un estudio del trabajo de las camareras de pisos y con ellos calcular las cargas de trabajo adecuada en cada establecimiento.
Aquella huelga que se tildó de histórica, ha sido calificada por la patronal hotelera como «ilegal», pero ellas avisan «seguiremos movilizándonos en invierno y no vamos a parar porque nuestra salud está en juego».
Desde este colectivo dicen que este tipo de concentraciones tiene como objetivo seguir dando visibilidad a sus quejas y no creen que sea importante el número de las personas concentradas, porque esto es solo uno de los actos que realizarán y con el fin de temporada son muchas las que están fuera de la isla. Seguirán peleando y protestando ante la sede empresarial porque son los hoteleros los que les asignan las habitaciones y por tanto las sobrecargan de trabajo.
Uno de los colectivos más maltratados por la industria turística. Es sonrojante que un sector que acumula récords de ingresos no cumpla con unas trabajadoras imprescindibles para la satisfacción y el bienestar del turista.
Ánimo luchadoras. Sois muy valientes, merecéis ser muy respetadas.