Familiares de internos de Sa Residència Colisée mantuvieron ayer una larga reunión con la consellera de Bienestar Social del Consell de Ibiza, Carolina Escandell, en la que reclamaron más y mejores medidas de las que se han tomado hasta la fecha para garantizar el cuidado de sus mayores.
Reclaman un sitio en la comisión técnica encargada de enderezar el rumbo del centro tras las múltiples denuncias por negligencias graves que se han registrado y no entienden que esta petición les haya sido denegada. Tras un encuentro en el Consell que se alargó por espacio de tres horas, tienen la sensación de que no se está haciendo todo lo posible para poner fin a la falta de atención de los residentes.
De hecho, este mismo viernes se produjeron situaciones que consideran que no son normales en cuanto al cuidado de los internos y exigen un seguimiento más férreo de la organización y personal de la residencia. Entienden que se están dando pasos en este sentido, pero creen que no son suficientes y exigen un mayor esfuerzo por parte de todas las partes implicadas. Lamentan, también, el trato que se les está dando y denuncian que están sufriendo una doble victimización por parte de la administración.
Las palabras de la consellera, que, según cuentan, abandonó la reunión antes de que acabara para atender a los medios de comunicación y proseguir con la misma después, no ayudan, señalan los afectados. Entienden que no es normal que su interlocutora con la administración, en este caso la consellera insular de Bienestar Social, diga que las posturas de los familiares son fruto de un estado emocional no racional derivado de la situación que están viviendo y afirman que las medidas de refuerzo que se están tomando son temporales, no definitivas, por lo que no pueden estar tranquilos ni darse por satisfechos.
El hecho de que no les dejen formar parte de la comisión técnica creada para reconducir la situación en la residencia no les proporciona seguridad, que es lo que ahora mismo necesitan, señala una de las portavoces de los familiares afectados por las deficiencias destapadas en el geriátrico. Han expuesto a la administración que esta negativa indica claramente que no confían en sus capacidades, cuando en el grupo de familiares afectados hay personas con una amplia formación sanitaria que pueden aportar no solo su punto de vista, sino también sus conocimientos.
Los familiares no han quedado contentos con el resultado de la reunión de ayer, por lo que seguirán manteniendo una vigilancia y control estrecho sobre el servicio que se presta en el centro y continuarán solicitando reuniones periódicas con los responsables de la gestión del centro y de las administraciones implicadas en su control hasta que vean y comprueben que todas las denuncias y reclamaciones que han ido formulando sean atendidas y subsanadas.