Unos 40 familiares de personas mayores residentes en Sa Residència Colisée y otras personas que apoyan su causa (entre ellos familiares de internos en otras residencias) se han manifestado esta mañana en la puerta del Consell de Ibiza con el apoyo de algunas fuerzas políticas como Ara Eivissa y Unidas Podemos para protestar por el «maltrato» que sufren todavía sus mayores, «a pesar de las continuadas denuncias», que Noudiari avanzó el pasado 4 de febrero; de que ha habido una inspección del Consell de Ibiza que ha detectado deficiencias y de que la empresa se ha comprometido a subsanarlas.
Con la pancarta ‘Consell & Govern balear: trato digno en Residencia Colisée ¡ya¡‘ los familiares también han leído un manifiesto en el que reclaman dignidad y bienestar para los mayores. Han lamentado, además, «el abandono por parte de las instituciones y los abusos por parte de las empresas que hacen negocio con el dinero público y de las pensiones».
Esta concentración a las puertas de la institución se ha celebrado porque esta misma mañana de miércoles se está desarrollando una reunión entre representantes de los familiares, Consell Insular (competente en inspección), Govern balear (que firma el convenio público-privado para 80 plazas de la residencia), así como representantes del comité de empresa y de Colisée.
Un portavoz de los familiares, Antonio Costa Ribas, explicaba a las puertas del Consell que la situación de los residentes «no ha mejorado» desde que salieron a la luz las denuncias, porque «problemas de base como la falta de personal, la falta de cualificación y desatención a los internos» en aspectos básicos como la nutrición y la higiene, siguen estando muy presentes en el día a día.
«Colisée dice que todo funciona bien pero no es así. Hay poco personal y, el poco que hay, no es válido. El pasado domingo había seis auxiliares para todos los residentes. Esto no es normal», ha explicado Costa, hijo de una interna de 92 años.
«Nos quieren hacer sentir mal a nosotros, diciéndonos que los trabajadores están mal porque sienten que les estamos vigilando, es increíble. ¡Claro que estamos mirando lo que hacen! Por eso estamos aquí», subraya el portavoz
Un ejemplo de que tienen que estar vigilantes es que se han encontrado con personal de nueva incorporación que usa un dibujo de las mesas de una sala y de la situación de los residentes en ellas para aclararse con la medicación. «Es decir, que si un residente se cambia de mesa le van a dar la medicación a otra persona. Ese profesional de nueva incorporación tendría que estar acompañado y asesorado», describen.
«Parece que los familiares somos los malos. Nos dicen que están cumpliendo un protocolo de mejoras pero no las vemos. Si pido ayuda para levartar a mi madre de la cama me dicen que no. No nos dejan estar con el residente para que no veamos lo que hacen. No hay buena hidratación como ya denunciamos y la prueba está en que cuando voy a darle la cena a mi madre se toma seis vasos de agua», relata el portavoz. Pañales llenos de heces y orina siguen siendo habituales «porque no se les atienen como es debido», protesta. «Mi madre lleva tres semanas con infección de orina y no se le va y es por la mala higiene», reitera.
«Un cúmulo de despropósitos», según este portavoz que no ha podido evitar emocionarse al hablar de la situación de los internos con los medios de comunicación que han cubierto la concentración de hoy.
Los familiares subrayan que Colisée «se comporta como una empresa que solo busca beneficios» mientras que los familiares «miran por sus mayores». Han subrayado, además, «que ahora son ellos pero que en el futuro seremos todos nosotros los que precisaremos una residencia y no se puede permitir que se degrade así el servicio».
«Lo único que pedimos es que haya gente competente, personal suficiente con titulación, gente que sepa lo que hace y que nuestros mayores, los últimos años de vida que tengan, estén bien y no en una silla y mirando al techo sin actividades», ha añadido Costa.
Así, otro de los temas que denuncia «es la falta de estímulos y actividades para estimular la psicomotricidad» de los ancianos.
Costa Ribas no ha podido evitar emocionarse al pedir dignidad para los mayores «que lo han dado todo por la isla».