R. Beltrán/ El aislamiento tecnológico ha finalizado. Telefónica ha restablecido todas las conexiones de Formentera que se vieron interrumpidas el martes por la noche, después de que el ancla de un buque de recreo seccionara el cable de fibra óptica que surte de internet a la isla por segunda vez en un mes y medio.
En estos momentos, Formentera disfruta del 100% de sus comunicaciones, tanto por voz sobre móvil, como de datos y adsl. De todos modos, desde Telefónica puntualizan que podría haber un margen de falta de cobertura de entre un 2% y un 3%, ya que los sistemas de detección de averías no funcionan sobre radioenlace. Por este motivo, la empresa de telecomunicaciones está realizando una evaluación manual para solventar las incidencias que pudieran detectarse. Sin embargo, sólo el 50% de los clientes de Imagenio pueden disfrutar a esta hora de este servicio.
Desde Telefónica, además, han querido remarcar que la resolución de la avería se ha dado en un «tiempo récord», ya que han transcurrido menos de 24 horas desde el aviso del corte de suministro hasta el restablecimiento de la totalidad de las conexiones.
Asombro por la voluntad del Consell de emprender acciones legales
El Consell Insular de Formentera ha comunicado en la mañana del miércoles que sus servicios jurídicos están calibrando emprender acciones legales contra Telefónica, tal y como ha avanzado Noudiari.es. No obstante, desde la compañía de telecomunicaciones han afirmado que han recibido esta noticia «con asombro», ya que han informado puntualmente de los pasos dados para la resolución de la incidencia a la máxima institución de Formentera y todas las comunicaciones con la institución se han producido «en sintonía» con Telefónica.
Además, la empresa ha añadido que se deberían pedir explicaciones «a quien ha de vigilar que no se fondee donde está prohibido hacerlo». La empresa se ha reivindicado como parte perjudicada en estos incidentes que han dejado a la isla de Formentera sin conexión dos veces en un ajustado plazo de un mes y medio, tanto por tener que recurrir a la contratación de los servicios del buque cablero, cuyos costes son ingentes, como por los perjuicios que sufren sus clientes.