@Noudiari/ El próximo martes la Audiencia Provincial de Mallorca juzgará a dos Guardias Civiles de Sant Antoni, acusados de detención ilegal, delito de lesiones y torturas y falsedad documental y a los que el Ministerio Fiscal pide cinco años y medio de prisión.
Los hechos que se juzgan ocurrieron en octubre de 2009 cuando, el ahora denunciante, se encontraba en un bar de Sant Antoni, junto a unos amigos, viendo un partido de la selección colombiana. Al salir del bar, uno de los guardias civiles le instó a detenerse y, según se explica en el relato, «sin mediar otra palabra y sin saber cómo, se encuentra inmovilizado en el suelo, boca abajo, tendiendo al acusado encima de él». Al ser trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni le informan que se le va a acusar de haber pegado a un guardia civil.
Una vez ya en el calabozo, «donde es introducido a empujones», el denunciante se da cuenta de que no le han requisado sus pertenencias, por lo que llama desde uno de los móviles a su pareja para informarle que se encuentra detenido. Esta acude al cuartel de la Guardia Civil y pregunta por el detenido. Al ser cuestionada por los guardias civiles de cómo se ha enterado de la detención, ésta explica que la acaba de llamar al móvil.
Lesiones y torturas
«Al oír esto, el guardia civil se dirige rápidamente a la zona de los calabozos y el detenido es sacado de la celda por varios guardias civiles. Es llevado a los servicios donde le requieren para que entregue los teléfonos móviles, rompiendo uno de ellos y quedándose con el otro. A continuación comienzan a golpearle repetidamente causándole lesiones». Más tarde le presionaron para firmar un papel y le insinuaron que habría represalias contra él si no declaraba de forma que no les implicara a ellos en actuación irregular alguna. «Elaborado el atestado por el acusado, en él se falsean completamente los hechos que provocaron la detención del denunciante». Este atestado supuso la imputación del ahora denunciante por un delito de atentado contra agentes de la autoridad del que posteriormente fue absuelto.
Ante estos hechos, la acusación particular reclama más de doce años de prisión y diez de inhabilitación absoluta.
El Ministerio Fiscal, por su parte, pide cinco años y medio de prisión para los acusados y la inhabilitación especial para el ejercicio de empleo público como miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante el tiempo de la condena. Según el relato del fiscal, el denunciado recibió golpes por espacio de unos diez minutos. «Le propinaron golpes en la cara, los brazos, la espalda y las piernas, causándole lesiones consistentes en policontusiones con hematoma periorbitario derecho, herida en el labio inferior, ausencia incisivo superior central, incisivo superior adyacente con movilidad, hematoma costal izquierdo, hematomas en hombro derecho y muslo izquierdo, erosiones de 20 centímetros en región dorsal y erosiones en antebrazo izquierdo, que requirieron tratamiento médico posterior consistente en tratamiento odontológico», apunta. Como resultado perdió, además, dos incisivos.
Ante cosas así, uno se queda sin palabras.