@Soldat/ Los datos avalan a Formentera como la isla más ecológica, y con diferencia, de Balears y su Consell emprende nuevas medidas para incidir aún más en el respeto al Medio Ambiente. Así, si a finales de 2009 ya fomentó el uso de bolsas biodegradables en los establecimientos de alimentación, ahora la medida se extiende a todos los comercios de la isla para erradicar el uso de las tradicionales –y contaminantes– de plástico. Esta iniciativa coincide con un programa piloto para la recogida selectiva de los residuos que generen los locales de restauración de la zona de es Pujols, de cara a incrementar el reciclaje y evitar que por la noche los contenedores se desborden, tal y como suele ocurrir en verano.
La conselleria de Medio Ambiente prevé aprobar ambas medidas en el pleno del Consell convocado para mañana viernes. Su titular, Sílvia Tur destaca que la eliminación de las bolsas de plástico en el sector de alimentación, iniciada a finales de 2009, «tuvo muy buena acogida y ahora todo el mundo va a la compra con senallons o carritos». En ese momento, las tiendas empezaron a distribuir bolsas biodegradables elaboradas con fécula de patata por la que los clientes debían pagar cinco céntimos. Ahora, no solo se extiende la obligación a todo tipo de comercio, sino que el precio se aumenta a 10 céntimos como medida disuaroria.
Amenaza para las tortugas
Con esta medida, el Consell pretende acabar con el problema que supone el uso de las bolsas de plástico, de las que solo se recicla un 1o% en España y 8.000 millones de toneladas de ellas van a parar cada año al mar, ríos o lagos de todo el mundo. El riesgo medioambiental que generan se traduce en las Pitiüses en una grave amenaza para la tortuga boba –careta careta–, que confunde los trozos de plástico con su alimento más habitual, las medusas. Así, la progresiva desaparición de las tortugas conlleva un crecimiento exponencial de las medusas, todo ello facilitado en parte por las bolsas tradicionales.
«Puerta a puerta»
El pleno del Consell también recibe una propuesta para incrementar la recogida selectiva de residuos urbanos con un programa piloto que se emprende en es Pujols. Como los locales de ocio nocturno y restauración de este núcleo se encuentran en zona peatonal, «por la noche los contenedores quedaban desbordados y daba muy mala imagen», apunta Sílvia Tur.
Así, la conselleria de Medio Ambiente ha acordado «con buena parte de los establecimientos» la puesta en marcha de un servicio de recogida denominado «puerta a puerta», que tendrá un coste de 20.000 euros y se sufragará a medias entre los empresarios y el Consell. Para ello, el operario de un vehículo con una cuba de 2 metros cúbicos circulará de 12 de la noche a siete de la mañana por es Pujols. Su función será la de recoger en cada uno de los locales los cuatro tipos de residuos urbanos, separados en bidones preparados a este efecto.
En función de los resultados de este programa piloto, no se descarta que el servicio «puerta a puerta» se extienda a otros núcleos de Formentera, según destaca Tur. Esta iniciativa se suma a la recogida de cartón en los establecimientos comerciales iniciada cinco años atrás.