@Noudiari/ Quemar los malos augurios, vestirse de blanco, saltar la hoguera, bañarse en el mar, lanzar monedas al agua… Cada cual tiene su ritual pero pocos se pierden las celebraciones de la Nit de Sant Joan que han llegado a todos los rincones de la isla. Una fiesta en la que el fuego es el gran protagonista, pero en la que no han faltado la música, la comida y la bebida.
Las celebraciones de la noche más corta del año, en el caso del municipio de Ibiza, se centraron en las playas de Talamanca y Figueretas. En esta última, centenares de personas se congregaron, no solo para cumplir con los rituales de una noche mágica y rodeada de misticismo, también para contemplar el espectáculo pirotécnico que se ofreció a pie de playa.
Unos fuegos artificiales con un toque más original de lo habitual, con toda clase de formas y colores y con los que se dio la bienvenida al día de Sant Joan.
Alcanzada la medianoche, la hora mágica, comenzaron los saltos de unas hogueras, que ya no estaban en su máximo momento de esplendor y la gente comenzó a dispersarse. Era el turno de los trabajadores del servicio de limpieza.
El mismo ritual se ha vivido en el municipio de Sant Joan, que está inmerso en sus fiestas patronales; en Sant Carles, donde este año se trasladaron las actividades organizadas por el Institut d’Estudis Eivissencs y en las playas de todos los municipios de la isla.
En Formentera, la Nit de Sant Joan se vivió, también con el fuego como gran protagonista, en La Mola.