@Noudiari / La Dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Conselleria de Medio Ambiente ha presentado el proyecto de decreto sobre la protección de la Posidonia oceánica en las Islas Baleares, iniciándose, a partir de hoy, un proceso de participación para que personas y entidades interesadas puedan presentar sus sugerencias, antes del proceso de información pública.
«Sin tener todavía conocimiento del contenido y de cuál puede ser la efectividad de la futura normativa en relación a la protección y recuperación de la posidonia y los algueros de Baleares, queremos manifestar nuestra satisfacción. Los impactos sobre la posidonia, el estado de conservación y la tendencia de los algueros, la importancia de este ecosistema para la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático, la conservación del litoral e incluso, la buena salud de actividades económicas como la pesca y el turismo, hacen imprescindible la aprobación de una normativa clara para la protección de la Posidonia oceánica», comunican desde el GEN-GOB.
Sin embargo, la normativa no estará vigente la presente temporada turística y desde el GEN quieren recordad que: «Hace unos días presentamos los datos recogidos en la campaña de verano 2016, correspondiente al control de los fondeos, donde quedaba reflejado el impacto que sufren las praderas de Posidonia oceánica pitiusas durante la temporada estival. Más del 70% de los fondeos controlados por la Red de Vigilancia Ambiental, formada por voluntarios de la Cruz Roja, de la Asociación de Voluntarios de Ibiza y del GEN, afectaron a la posidonia. Durante el pasado más de agosto, sólo en ocho playas de Ibiza (Talamanca, es Xarco, es Jondal, Porroig, cala d’Hort, cala Vedella, cala Salada, Benirrás y cala Llenya) se contabilizaron 11.000 fondeos sobre Posidonia oceánica, que generaron una degradación de aproximadamente 2-4 hectáreas/año».
Dicha organización anuncia que en los próximos días, revisarán el decreto en profundidad para proponer cambios que lo puedan mejorar. El objetivo común es proteger adecuadamente las praderas de posidonia, una especie clave para la biodiversidad marina mediterránea. «Aún así, queremos felicitar a la Conselleria de Medio Ambiente por un texto que, por lo que hemos podido conocer a través de los medios de comunicación, plantea la regulación de dos usos especialmente impactantes para la posidonia en Baleares, puesto que derivan del uso público: el fondeo de embarcaciones y la retirada de posidonia de las playas. De hecho, más allá de regular estas dos actividades, también se prohíben, a todos los efectos, la pesca de arrastre, la ubicación de instalaciones de acuicultura, las extracciones de áridos y los nuevos vertidos, mientras los emisarios existentes se tendrán que adaptar, en un plazo de 5 años, para no generar impacto sobre la pradera oceánica», añaden en un comunicado.
Más felicitaciones pero con matices
Por su parte, Terraferrida también felicita al Govern Balear por este decreto que mejora el anterior borrador, al que habían tenido acceso meses atras y consideraban «muy negativo para la conservación de los algueros de haberse aprobado tal y como estaba». Aquel primer texto les llevó a iniciar una acción pública para presentar enmiendas que finalmente han sido recogidas en su mayoría.
«Después de una primera lectura del decreto podemos felicitar al Govern porque supone tener una regulación clara que prohíbe los fondeos sobre las praderas de posidonia. Prohíbe la retirada de posidonia muerta de las playas naturales sin servicios favoreciendo su conservación. Porque los emisarios o instalaciones en funcionamiento tienen un plazo de 5 años para adecuar la actividad y hacerla compatible con la conservación de los algueros. Porque prohíbe de forma clara las piscifactorías, la extracción de arena, los vertidos y la pesca de arrastre», afirman de la asociación mallorquina.
Sin embargo, también señalan que hay aspectos muy mejorables y se deberían enmendar como son la consideración de ‘ambito reducido el destrozar una superficie inferior al 1% de la extensión de uno alguero o 1.000 metros cuadrados. «Afectar 1.000 metros cuadrados de alguero es muy grave, la especie necesita milenios para recuperarse de un impacto así», informan. También opinan que las praderas consideradas «de alto valor» tendrían que incluir praderas continuas sin fragmentar, y no sólo las que se consideran arrecife barrera.
Otra de los artículos a mejorar sería el que 14.2 que dice: «Se exonerará de responsabilidad siempre que la pradera no sea visible, no esté señalizada y no exista cartografía oficial en la disposición física o telemática del patrón de la embarcación». Por lo que urge hacer una cartografía cuidadosa, incluirla en las cartas náuticas y hacer una aplicación que señale las zonas donde hay praderas y se especifique la prohibición de fondear. Tampoco aceptan que el decreto autorice la instalación de nuevas boyas ‘ecológicas’, «nos preocupa que esto haga aumentar la presión sobre las praderas. El decreto tendría que incluir un número máximo de boyas, un techo claro y definitivo», apuntan.
El decreto tampoco hace referencia a la eliminación de muertos o boyas ilegales que hay actualmente sobre muchos algueros. «Estas boyas ilegales destruyen el hábitat y la especie, por lo que el decreto tendría que ser la herramienta que garantice su retirada», añaden.