NouDiari / Agentes de la Policía Local de Santa Eulària detuvieron este jueves por la mañana a un hombre, identificado como D.G.L., después de que atacara a los policías cuando lo querían identificar por la denuncia de su expareja por un presunto delito de violencia de género. El hombre dio puñetazos a los agentes y, a uno de ellos, le mordió en diferentes ocasiones. La mujer atacada denunció también que el hombre le había empujado y clavado un dedo en el ojo.
Los hechos ocurrieron en Santa Eulària y el servicio se inició cuando una mujer llamó a la Jefatura de la Policía Local para denunciar que su expareja le acababa de agredir en la escalera de la finca donde vive. Una patrulla se dirigió inmediatamente al lugar indicado. Mientras un agente se disponía a estacionar el vehículo, otro se dirigió al patio de la finca, momento en que observó a un hombre que salía de allí y que se correspondía con la descripción del supuesto atacante.
La reacción de D.G.L. al ser requerido por el agente para que se parara y se identificara fue empezar a gritar y a gesticular. Cuando el agente le pidió que se calmara, el hombre le tiró un objeto (que posteriormente se comprobó que era un móvil) y se encaró con el policía. El compañero del agente que se encontraba todavía en el vehículo detuvo el vehículo en medio de la vía para apoyar al agente y entre los dos le volvieron a pedir que se calmara y colaborara con ellos.
El ahora detenido, en lugar de hacer caso a los agentes, atacó a uno de ellos con un puñetazo, acción que fue esquivada por el agente. Entonces, entre los dos policías trataron de retenerle, aunque opuso una gran resistencia. Golpeó a los agentes y llegó, incluso, a morder a uno de ellos al antebrazo en hasta tres ocasiones. Finalmente, y con la llegada otras patrullas de la policía municipal, así como de la Guardia Civil, se le inmovilizó y fue detenido por un presunto delito de atentado.
Posteriormente, un oficial y una patrulla se entrevistaron con la mujer que había denunciado la agresión, quien explicó que su expareja le había empujado fuertemente y le había golpeado a la cara, metiéndole un dedo en un ojo y haciéndole una herida en la nariz al no dejarle subir a su casa. También indicó que anteriormente había sufrido violencia verbal y física por parte del detenido, pero que nunca lo había denunciado.