@Noudiari / Alejandro Guerrero es un fotógrafo ibicenco de 42 años que reside en París desde hace tiempo. Hace diez meses, a principios de enero, vivió de cerca el asesinato de los 12 periodistas de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’ a manos de terroristas islámicos. Ahora también le ha tocado ser testigo de los trágicos atentados de este viernes en París, en el que han perdido la vida 129 personas.
«La gente casi se había olvidado de ese atentado y un segundo golpe es más duro que el primero. Todos están tristes y afectados. Tras lo de Charlie Hebdo había ganas de seguir viviendo igual y que el miedo no les afectara en su vida. Ahora pasará lo mismo. Pero ya no se les va a olvidar que esta amenaza terrorista es constante y permanente y que hay que luchar por preservar nuestro modo de vida y nuestros valores», aseguró Guerrero en el programa de la SER A Vivir que son dos días Baleares.
Guerrero estaba en casa cuando se enteró por la radio de los atentados. A partir de entonces comenzó a escuchar sirenas de la policía y de las ambulancias que se dirigían hacia los lugares de la masacre. «Estábamos en casa tranquilamente y, de hecho, había tenido antes una reunión con unos clientes. Me enteré por la radio española y después empezamos a oír las sirenas. Paramos de hacer lo que estábamos haciendo y nos pusimos a escuchar las noticias para ver lo que estaba pasando y ver si la familia, vecinos y amigos estaban bien», afirmó.
El ibicenco asegura que conoce muy bien la zona en la que se produjeron los atentados y que, de hecho, él cenó en uno de los restaurantes atacados hace escasos días. «Hace menos de diez días estábamos en uno de los bares donde se produjo el tiroteo. Son zonas muy tranquilas y muy agradables para vivir, que quizá no estaban muy vigiladas. Hay muchos bares y comercios y seguramente han querido dar de lleno donde hay más gente y donde uno menos se lo espera», dijo.
Pese a los atentados, Guerrero no cree que Francia vaya a haber más rechazo a la población musulmana. «El que tiene una predisposición a la xenofobia y racismo exacerbados va a aprovechar el pretexto, pero la mayor parte de la población francesa es pluriracial. Estamos todos en el mismo barco, sean negros, blancos, árabes, magrebíes, extranjeros o franceses. No es una cuestión de raza o religión», añadió.