Roberto San Esteban dirige la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza y Formentera (AVAT) que los próximos lunes 17 y martes 18 de octubre celebra su congreso anual con algunos de los temas candentes del sector sobre la mesa. En esta entrevista hace balance de una temporada que ha sido «espectacular» para propietarios y comercializadores de viviendas vacacionales en la isla, pero también advierte de los efectos que la inflación y la crisis energética pueden dejar en 2023. Analiza los problemas de la oferta ilegal y alegal en su sector y el hecho de que estas viviendas y villas se han convertido en el lugar preferido para fiestas y eventos, tanto legales como ilegales, con el problema y necesidad de control que ello conlleva.
¿A cuántas viviendas vacacionales representa AVAT y qué porcentaje supone sobre el total?
En total hay 2.840 viviendas vacacionales legalizadas con un total de 19.000 plazas. En la AVAT, entre propietarios directos y casas representadas por comercializadores, estamos cerca de las 1.400, es decir, en torno a un 46 por ciento del total.
¿Es la única asociación del sector en Ibiza?
Sí, aunque hay una asociación, Habtur, que se define como balear pero en realidad es de Mallorca y solo tiene una vivienda en Ibiza.
Además de las legales, ¿saben cuántas viviendas vacacionales ilegales hay en Ibiza?
Es la pregunta del millón porque, evidentemente, aparecen y desaparecen del mercado continuamente todo tipo de propiedades. Nosotros, sin tener unos números que puedan considerarse completamente reales, calculamos que son cerca de 2.500 plazas más entre apartamentos en viviendas plurifamiliares y casas alegales o ilegales.
¿Cuál es el balance del verano económicamente hablando? ¿Qué ocupación media han tenido las viviendas vacacionales de la AVAT?
Este año ha ido francamente bien. Desde abril hasta finales de agosto los números han sido espectaculares. Se ha superado en un 7-8 por ciento lo que teníamos en 2019 y, sobre todo en julio y en agosto, los porcentajes de ocupación han estado cercanos a un 95 por ciento. Septiembre ha cerrado con un 74 por ciento y ahora, en octubre, estamos en torno a un 59 por ciento… son porcentajes por encima de los datos del año 2019, por lo que estamos bastante contentos.
Si hablamos de beneficios las cosas varían mucho porque muchas casas tenían ya casi todo ocupado con reservas pospuestas de los años 2020 y 2021 que las había trasladado a este año… pero con los precios de los años anteriores, de modo que el margen ha sido muy ajustado. Algunas de las casas no han cubierto las expectativas que querrían, pero otras casas sí han subido precios entre un 7 y un 10 por ciento y ha ido bastante bien. Las que no han subido precios este año lo harán para el próximo, por la inflación y por el encarecimiento de todos los elementos de energía.
¿Las perspectivas turísticas son muy positivas para 2023?
Es un tema que está en el aire. Los clientes que han venido y han disfrutado nos dicen que van a volver el año próximo, pero ahora mismo pesa una gran incertidumbre por la subida de los precios y es precipitado aventurar que el año que viene será fantástico y maravilloso. Esperamos y creemos que sí pero habrá que esperar un poco a ver cómo se avecina.
¿El cliente mayoritario de las casas vacacionales de Ibiza es de alguna nacionalidad en concreto?
Ha bajado un poco el turismo británico que antes predominaba sobre cualquier otra nacionalidad pero los alemanes se mantienen, los suizos han aumentado, holandeses y belgas siguen subiendo…
¿Sus clientes son mayoritariamente familias o más bien grupos de amigos?
En líneas generales el cliente fundamental de las viviendas turísticas son familias. Pagan entre 60-70 euros por persona y noche, lo que no es caro si se compara con una estancia en un hotel de tres estrellas en Ibiza en temporada alta que tranquilamente está en 150-200 euros la noche. Este año han habido grupos de parejas… y también amigos o grupos jóvenes, pero en menor cantidad que antes de la pandemia. Es de agradecer porque es gente que gusta menos en viviendas turísticas.
Y esto nos sirve para enlazar con el tema inaugural del congreso, que es el de las fiestas ilegales que se suelen asociar con este tipo de turismo más joven. ¿Qué balance hacen de este problema?
Después de 2021, que fue un año bastante complicado a este respecto, pensábamos que este año iba a ser también ajetreado pero, finalmente, no lo ha sido tanto. No ha habido tantas, para lo que pensábamos que habría, aunque sí ha habido algunas y hemos estado encima. En el congreso, uno de los puntos candentes con el que abrimos es qué se entiende por fiesta ilegal y porqué se piensa que los propietarios somos los culpables. Se viene a multar con cantidades astronómica a propietarios o comercializadores cuando en nuestros contratos prohibimos expresamente esas actividades y esas fiestas. ¿Es culpable el que organiza la fiesta o es culpable el propietario? Todos estos temas se abordarán en la jornada inaugural del congreso con el vicepresidente del Consell, Mariano Juan, y con Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas de Uso Turístico y Apartamentos turísticos (Fevitur). Es un tema muy interesante y candente dentro del congreso.
¿Han llegado ya multas a propietarios por fiestas celebradas en viviendas turísticas legales de Ibiza? ¿De qué cantidades hablamos?
Multas como tal de este año no han llegado. Sí han aparecido algunas de años anteriores con cuantías desde 600 euros hasta 20.000 euros. Con la nueva normativa pueden llegar hasta los 300.000 euros. Es algo con lo que hay que tener mucho cuidado y de ahí todas las comunicaciones que estamos teniendo con el Consell para proteger a los comercializadores o propietarios. De eso hablaremos en el congreso.
Aseguran que hay que distinguir entre fiesta ilegal, es decir, un gran evento ilegal con pago de entradas o consumiciones, de lo que sería evento privado autorizado… pero algunos de estos eventos privados se van de las manos. A Noudiari han llegado quejas por este motivo. Se celebran bodas o fiestas de grandes marcas de moda y otras con equipos de luces y sonido muy potentes, coches aparcados por los caminos…
Los propietarios y comercializadores hacemos contratos que obligan a que los vehículos que acceden a las casas sean minibuses y no vehículos privados para evitar que estén en medio de la calle. También obligamos a que se celebre el evento durante el día, con música hasta las 11 de la noche como máximo, siempre con los equipos con un máximo de volumen y dirigidos al interior de la casa y nunca al exterior. Una serie de reglamentos que se firman en el contrato y que en la mayor parte de los casos se cumplen. Además se avisa a la policía y al ayuntamiento mediante instancias de que se van a celebrar estos eventos para que sepan que no es una fiesta ilegal. No suele haber muchos problemas, pero sí es verdad que algunos eventos se van de las manos. En ese caso somos los primeros interesados en saberlo porque, si hay una denuncia, se tiene que reclamar a los inquilinos y pedir perdón a los vecinos.
Aunque los eventos sean de día, vecinos afectados nos dicen que si tienes la mala suerte de vivir junto a una casa donde se hacen muchos de esos eventos, el verano se convierte en una pesadilla porque el ruido y la música molestan también de día.
Creo que debería haber un máximo de eventos al año para aquellas casas que lo permitan y estén habilitadas como tal.
Ha habido muchos titulares sobre los detectives contratados de manera externa por el Consell para infiltrarse en fiestas ilegales ¿Cree que el Consell de Ibiza tiene suficiente capacidad inspectora de la oferta ilegal?
La administración siempre va por detrás de las actividades ilegales, hacen lo que pueden. Hay nuevos inspectores pero el problema fundamental es que habría que agilizar los métodos de denuncia y multas. Desde que hay una inspección hasta que se resuelve el tema puede pasar un año o dos años. Eso es muy lento, tendría que ser más ágil y más vivo en ese aspecto.
¿Está de acuerdo AVAT en la demanda del Consell de Ibiza de que una fiesta ilegal se considere actividad económica, de modo que se pueda irrumpir en la vivienda para intervenir y multar?
Totalmente de acuerdo. Actualmente la normativa lo impide. El negocio del propietario de la casa es el alquiler de la casa y se pagan los impuestos correspondientes. Esa es la actividad. Si viene alguien de fuera y realiza una actividad para su beneficio propio que no está permitida ni tiene licencia para ello estamos de acuerdo en que se persiga y se multe el máximo.
Otro de los temas candentes de este verano han sido los robos en casas de famosos y no famosos, con titulares que han dado la vuelta al mundo. ¿Cree que es mala publicidad para las viviendas vacacionales?
Desde AVAT informamos a todos nuestros clientes de todo lo que pasa en la isla. Una de las cosas que les decimos es que contraten servicios de taxi o de catering con empresas legales e, incluso, que lo hagan a través de los propietarios o comercializadores a los que han alquilado, para mayor seguridad. Pero algunos contratan servicios de catering ilegales o vehículos piratas que les ofrecen de todo, desde traslados a, digamos, sustancias no recomendables… lo normal es que todo este tipo de gente les siga y que se puedan ver en situaciones comprometidas como temas de robos y otros. Muchas veces es por la ostentación que ellos mismos hacen en playas, restaurantes o lugares de ocio nocturno de sus relojes, por ejemplo.
¿Es decir, que hay una relación directa entre los servicios piratas y los robos en mansiones?
Sí, es uno de los temas que se va a tratar en el congreso, entre otros muchos. También hablaremos de las reclamaciones, de la sostenibilidad y circularidad en las viviendas turísticas en Ibiza o de los nuevos mercados, incidiendo, por ejemplo, en el vuelo directo entre Palma y Nueva York que ha traído a Ibiza durante todo el verano a un turismo norteamericano hasta ahora poco conocido en la isla. En una de las ponencias se hablará sobre este cliente y sobre cómo hay que enfocar el servicio.
¿Pedirían un vuelo directo entre Ibiza y Nueva York?
Bueno, poco a poco [ríe].
Ha hablado de la sostenibilidad como uno de los temas del congreso: Se habla de techo poblacional, control en la entrada de vehículos a Ibiza, de poner medidas contra la saturación o incluso no promocionar tanto el destino. ¿Qué le parecen las medidas enfocadas a la contención del crecimiento de Ibiza?
Hay problemas de suministro de luz, de agua, de tráfico, de circularidad… desde hace un par de años se ha llegado a un techo y habría que encontrar la manera de mantener una isla especial como Ibiza sin deteriorarla más de lo que está.
¿Y todas esas «empresas» que trabajan en negro con el mantenimiento y limpieza de esas villas? No están dadas de alta, no tienen a nadie asegurado , acceden con tranquilidad al interior de esas villas, tienen información de primera mano sobre los turistas alojados….
Y otra cosa, muchas de esas villas que se autodenominan «legales» solo tienen la solicitud inicial para declararse como tales y si hubieran concluido el procedimiento lo que tendrían sin graves sanciones y penas con demolición.