@D.V./ Dicen que la belleza es esquiva, que su búsqueda es una cuestión de militancia, que la belleza no está en el objeto sino en el ojo que mira, y que se puede encarnar en las situaciones más inverosímiles. Así, el horror, el error, las mezcla imposible, las piezas que desencajan, el desatino más absoluto o la fealdad más atroz también se pueden convertir en belleza, en un sentimiento que inspira, que te atrapa el alma, que te transforma interiormente.
¿A santo de qué todo este rollo? Muy fácil, porque todos estos sentimientos son los que inspiran la página de facebook ‘Plataforma a favor de la reapertura inmediata del Museo de Cera de Benidorm‘, un homenaje al que, probablemente, haya sido el museo de cera más feo y con las figuras más inquietantes de la historia.
Esta página de facebook arrancó hace un par de años con un exhaustivo reportaje fotográfico de los horrores que se encontraban en el Museo de Cera de Benidorm, aunque posteriormente han ampliado sus miras hacia el concepto ‘muñeco de cera‘ como algo erróneo, fuera de lugar, inquietante y, por eso mismo, salvajemente artístico.
Dicen que las cosas demasiado feas no pueden ser ignoradas. Es el caso de ese almacén de escombros humanoides que fue en su momento el Museo de Cera de Benidorm: muñecos que no se parecen ni por asomo a sus modelos, figuras siniestras que deambulan en un entorno atroz de sofás viejunos con borlitas, cortinitas rancias que son bombas atómicas de mal rollo, Mandelas que no se parecen ni del derecho ni del revés a Mandela, una Arantxa Sánchez Vicario que parece Falete, un Drácula que es idéntico a Zapatero y un pelo de David Bisbal que es la Más Pura Expresión del Horror. Aquí los tenéis. Gozadlos.