Por D.V: Después de cinco de años de vida, 72 exposiciones y 110.000 visitantes, el Centro Cultural s’Alamera cierra hoy sus puertas. «Culturalmente es una pérdida muy importante» admite la consellera insular de Cultura, Pepita Costa, pero el Consell no ha tenido ninguna posibilidad para retener su uso».
S’Alamera inició su camino en el 2005 gracias a un convenio entre la CAM y el Consell, en el que la caja cedía el uso del local a la institución insular. Tras las obras de reforma, en el 2008 la sala de exposiciones ya era una realidad. La historia, sin embargo, se truncó el pasado verano cuando tras la quiebra y la nacionalización de la CAM, sus gestores vendieron los locales de Vara de Rey al Grupo de Empresas Matutes.
«El espacio no es nuestro, tiene unos propietarios y si los propietarios han querido recuperar su uso, nosotros poco podemos hacer» explica la consellera Costa, que se ha comprometido a «buscar un nuevo espacio donde poder realizar exposiciones» aunque reconoce que será muy complicado encontrar un lugar que tenga unas condicionas tan excepcionales como los que reúnen los locales de Vara de Rey.
En su corta existencia, s’Alamera ha acogido exposiciones tan relevantes como las dedicadas al artista japonés Takashi Murakami, la centrada en las últimas obras de Vicent Calbet, o las retrospectivas de fotógrafos como Christine Spengler o Buil Mayral. Los artistas locales también encontraron en s’Alamera el mejor lugar para dar a conocer su obra y entre sus paredes se ha podido contemplar el trabajo de los escultores Antonio y Pedro Hormigo, o de los pintores Carles Guasch y Rafael Tur Costa.
Cuando hoy cierre sus las puertas de su última muestra -‘S’Alamera: passat, futur’, un resumen de lo mejor de los fondos artísticos del Consell- este extraordinario espacio cultural habrá pasado definitivamente a la historia.