El año 2020 supuso mínimos históricos en cuanto a la emisión de gases contaminantes en Ibiza, según datos recopilados por el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation.
Las emisiones se desplomaron a raíz del Estado de Alarma, del confinamiento y de la reducción de actividad registrada en Ibiza debido a la pandemia del coronavirus.
El Observatorio acaba de hacer públicos los datos recogidos por el ingeniero ambiental José Belino en su Informe 2020 -actualmente en fase de elaboración- relacionados con la calidad del aire en la isla durante 2020.
Según reconoce Belino “la crisis de la COVID-19 se ha traducido en bajadas significativas en el nivel de emisiones”.
Así, durante el 2020, todos los registros de dióxido de azufre SO2 se situaron en la categoría de “muy bueno” (menor de 100 μg/m³).
En lo referido al dióxido de nitrógeno (NO2), en la estación de Dalt Vila más del 98% de los registros se encontraban en nivel “muy bueno”, mientras que el 1,3% restante estuvo dentro de la clasificación de “bueno”.
Por su parte, en Sant Antoni se apreció una mejora significativa con relación al año 2019, ya que en 2020 todos los registros se situaron en nivel “muy bueno”, mientras que en el año anterior el 6% eran “buenos” y hubo 2 registros de nivel “regular”, que superaron los 100 μg/m³.
Asimismo, en la estación de Can Misses, aunque más del 94% de los registros se hayan situado en 2020 en la categoría “muy bueno”, 5 de ellos superaron los 100 μg/m³, clasificados como nivel “regular”.
En lo referido a la estación de Torrent más del 99% de los registros se clasifican como “muy buenos”, siendo los restantes de nivel “bueno”.
Analizando el promedio de toda la isla, se observa que desde el año 2005 no se registraban valores tan bajos de NO2, una de las emisiones responsables de la lluvia ácida, y muy tóxica para la salud y para los seres vivos.
Por otro lado, para las partículas en suspensión (PM10), la ley establece como valor límite una concentración de 50 µg/m3, que no podrán superarse en más de 35 ocasiones por año y de 40 µg/m3 para el promedio anual.
Según los datos recogidos en el informe del Observatorio de Sostenibilidad, en los valores de 2020 se observa que solo en 10 fechas el promedio diario superó los 50 µg/m3.
Llama especialmente la atención que cinco de ellas se registraron en días consecutivos, del 21 al 25 de enero, días en lo que posiblemente se registrara calima en la isla, factor que explicaría esta situación.
“Se trata de buenos datos en lo referido a emisiones”, asegura Inma Saranova, coordinadora técnica del Observatorio de Sostenibilidad, aunque enfatiza que no debe olvidarse que “se trata de un año excepcional absolutamente condicionado por la parálisis de actividad a causa del impacto de la pandemia en la isla”.
Por ello, Saranova insiste en que merece la pena seguir apostando por una movilidad no motorizada en la isla, que “además de ser una opción saludable y segura, es la mejor elección para evitar las emisiones de gases contaminantes y los efectos de éstos sobre los ecosistemas y la salud de las personas”.
Emisiones de CO2
El Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation ha estimado además la cantidad de CO2 emitida en 2020 por los pasajeros que llegaron y salieron de la isla a través de vuelos.
Según indica el ingeniero del Observatorio, José Belino, “a causa de la pandemia del coronavirus y del confinamiento a raíz del estado de alarma, se observó que en 2020 el número de pasajeros se redujo un 74% respecto al año anterior”. En concreto, la reducción de pasajeros internacionales fue del 86,8% y de nacionales 55,8%, lo que causó una disminución de las emisiones de CO2 del 66%. Ante estas disminuciones, el Observatorio estima que para que un total de 2.110.348 pasajeros hayan podido entrar y salir de Ibiza en avión en 2020, se han derivado en la isla algo más de 158.000 toneladas de CO2.
Otro de los grandes emisores de CO2 ha sido la central térmica (GESA), que en el año 2020 emitió 91.106 toneladas de CO2. La cifra representa una reducción de más del 63% en comparación al año anterior, cuando se emitieron 250.003 toneladas.
«Sin embargo, dicha reducción no se debe a la mejora del proceso de generación eléctrica en la central, sino a la disminución de la generación en la isla, que en 2020 fue 67% menor en relación con el año 2019», afirman.
Asimismo, la demanda de energía eléctrica también se redujo en 2020, siendo un 20% inferior que la demandada en 2019.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 13 de Naciones Unidas sobre salud y bienestar, establece entre sus metas para 2030 reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire.