@Noudiari / Ibiza tiene una de las once zonas identificadas en Balears como de riesgo de inundaciones, al igual que la de Sant Llorenç des Cardassar, la localidad mallorquina donde las fuertes lluvias y la posterior torrentada del pasado martes ha dejado 12 muertos y varios desaparecidos.
Se trata del tramo comprendido entre los dos últimos kilómetros del torrente de sa Llavanera, que desemboca en el puerto de Ibiza. Así lo refleja la web de la Direcció General de Recursos Hídrics del Govern, que califica este sitio como «Área de riesgo potencial significativo de inundaciones» (ARPSI).
Las otras diez zonas de Balears con esta misma calificación se encuentran en Mallorca, mientras que en Formentera y Menorca no existe ningún lugar que haya sido reconocido con este riesgo y recogido en el mapa de peligrosidad de inundación en la demarcación hidrográfica de Balears.
El Torrent de sa Llavanera empieza en el municipio de Santa Eulària y termina en el de Ibiza y en su recorrido se hallan las únicas zonas de la Isla en las que existe la posibilidad de que las lluvias provoquen una torrentada de características similares a la de Mallorca, al menos así lo refleja el mapa de la Direcció General de Recursos Hídrics del Govern balear.
El objetivo principal de estos mapas es determinar la extensión de la previsible inundación y los calados del agua para los escenarios de alta, media y baja probabilidad de inundación (períodos de retorno de 10, 100 y 500 años, respectivamente).
Los mapas de peligrosidad por inundación constituyen una herramienta eficaz de información y una base adecuada para el establecimiento de prioridades y la toma de decisiones adicionales de índole técnica, económica y política relativa a la gestión del riesgo de inundación.
Espero que en el caso de Ibiza, se esté cumpliendo con la ley; para variar.
Lo siguiente, ya lo digo en «términos generales»: No me cabe en mi cabeza, qué, los mismos que hacen las leyes, que tienen que velar por su estricto cumplimiento, y que exigen al resto de ciudadanos, que las cumplan, son los primeros que la infringen. Estas prevaricaciones, deberían de ser sancionadas, siempre a nivel personal, y no a nivel institucional, pues está ocurriendo, que los políticos que así obran, se «van de rositas», mientras los desastres que ocasionan, inclusive las multas y los juicios previos a ellas, se pagan mediante las partidas presupuestarias. Es decir: qué: primero le pagamos entre todos para que cumpla con su trabajo. Y si lo hace mal, dimite, y su mierda, se la limpiamos nosotros, de nuevo, con nuestros dineros.
Evidentemente, eso no es justo.