La Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña y Baleares incautaron en marzo 649 kilos de cocaína en el Puerto de Barcelona, en el marco de las operaciones que permitieron desarticular al mayor grupo de distribución a gran escala de esta droga en Baleares.
Según han informado este miércoles los dos cuerpos policiales, la investigación se ha desarrollado en varias fases mediante dos operaciones conjuntas, bautizadas como «FADE» y «TUCMA», que el pasado mes de octubre permitieron desarticular la organización criminal.
A lo largo del desarrollo de las operaciones, que se han dividido en cuatro fases y que aún siguen abiertas, los agentes han ido deteniendo desde 2023 y hasta la fecha a un total de 82 personas en Barcelona y Palma.
En fases anteriores, los agentes intervinieron 1.100 litros de líquidos y 485 kilos de fruta, todos ellos mezclados con cocaína, que una vez procesados resultaron en 1.100 kilos aproximadamente de esta sustancia estupefaciente.
Igualmente, a lo largo de los operativos, fueron incautados 63 kilos de cocaína en paquetes conocidos como ladrillos, 90 kilos de ketamina, 3.300 pastillas de éxtasis, 500 kilos de sustancia de corte y 460.000 euros.
Además, los agentes desmantelaron 3 laboratorios de procesamiento y transformación de cocaína en la provincia de Barcelona.
Como consecuencia de estas operaciones, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han acabado con la mayor organización criminal que introducía cocaína en las Islas Baleares detectada hasta la fecha.
Dentro de los operativos conjuntos, el pasado día 6 de marzo los agentes del Instituto Armado y la Policía Nacional procedieron a la apertura de un contenedor en el puerto de Barcelona, en cuyo interior había 649 kilos de cocaína, ocultos entre una carga de cajas de plástico, llegado desde Panamá unos días antes.
Para distribuir la droga, la organización usaba a conductores de camiones que aprovechaban su empleo en empresas legales de transporte para efectuar las entregas sin que las empresas conocieran la actividad ilícita de sus trabajadores.
Los agentes se dedicaron en exclusiva ante la complejidad del caso, con los constantes cambios de conductores y camiones, y por las medidas de seguridad que adoptaban los investigados para evitar ser descubiertos. EFE