El Govern ha iniciado este miércoles las tareas de exhumación del cementerio nuevo de Sant Francesc, en Formentera, para localizar los restos de las víctimas mortales del Penal de Formentera, una colonia militar franquista en la zona de La Savina.
De acuerdo con la documentación de la época y con el estudio efectuado por el historiador ibicenco Antoni Ferrer Abárzuza, un total de 58 personas —la mayoría extremeñas y murcianas, pero también madrileñas, catalanas, canarias, valencianas y baleares— habrían muerto en la colonia penitenciaria entre 1940 y 1942, debido al desabastecimiento de alimentos y la ausencia de condiciones higiénico‑sanitarias en el campamento.
Según este mismo estudio, y atendiendo a los testimonios y la documentación recabada por las asociaciones memorialistas, se cree que sus restos podrían estar enterrados en el vecino cementerio de Sant Francesc.
Con el objetivo de confirmar si los presos fallecidos durante su estancia en el Penal fueron enterrados en el cementerio de Sant Francesc, y si sus restos mortales continúan todavía donde fueron inhumados, la Sociedad de Ciencias Aranzadi empieza este miércoles las tareas de exhumación del cementerio, una intervención que se enmarca en el Tercer Plan de Fosas de la Guerra Civil y el Franquismo 2021-2022 que impulsa el Govern a través de la Vicepresidencia de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática.
«Esta es la primera fosa de las Islas Baleares en la que buscamos víctimas de un campo de concentración franquista: 58 personas que murieron de hambre y enfermedades en el infierno que fue el Campamento de La Savina. Los objetivos son encontrarlas, identificarlas y devolverlas a sus familias; recuperar su memoria, abriendo las fosas para cerrar las heridas. Una deuda democrática que tenemos pendiente y con la que estamos totalmente comprometidos», ha dicho el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern, Jesús Jurado.
La presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, ha deseado que «los trabajos que se han iniciado esta semana puedan servir para encontrar los restos, certificar lo que dicen los estudios historicos realizados y, sobre todo, retornar la dignidad a las 58 personas que fallecieron en la colonia penitenciaria de la Savina y a sus familiares». La presidenta ha agradecido el trabajo conjunto de las administraciones y del Forum por la Memoria de Ibiza y Formentera.
La explanada de tierra ante la puerta principal del cementerio, concretamente el espacio comprendido entre las filas 1 y 6 del lado derecho, será el punto de entrada de esta primera intervención en el cementerio de Sant Francesc, que se hará bajo tumbas antiguas de los años 60-80 —actualmente en desuso—, y coincidirá con el espacio señalado como posible lugar de enterramiento de las víctimas del Penal, tanto por los testimonios reunidos en la búsqueda, como por el propio sepulturero del cementerio.
Además, también se actuará en la zona señalada como posible lugar de enterramiento por la investigación del Forum por la Memoria de Eivissa y Formentera, e incluida en el Mapa de Fosas del Govern de las Illes Balears, situada algo más al oeste, ante el bloque de los columbarios.
A la inauguración de las tareas de exhumación han asistido: el secretario de Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern, Jesús Jurado; la presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, y la consejera de Patrimonio, Raquel Guasch; el director general de Memoria Democrática, Marc Andreu Herrera, y el presidente y el vicepresidente del Forum por la Memoria de Eivissa y Formentera, los dos miembros de la Comisión de Fosas y Desaparecidos, Lluís Ruiz y Artur Parrón.
El Penal de Formentera
También conocido como La Colònia o El Campament de la Savina, el Penal de Formentera fue un centro penitenciario franquista abierto entre abril y mayo de 1940 y dependiente de la Prisión Provincial de Palma.
Estaba destinado a personas ya sentenciadas por tribunales militares y se estima que, en sus dos años de vida, llegó a albergar hasta a 2.000 reclusos, procedentes de todas las provincias de España.
Los presos internados y sentenciados a penas inferiores a 12 años de prisión eran autorizados a salir del Penal para llevar a cabo trabajos y tareas. A aquellos condenados a sentencias superiores, se les reservaba, sin embargo, reclusión o trabajo en el interior del propio campamento.
Todos ellos compartían unas condiciones de vida deplorables, caracterizadas por el hacinamiento, la insalubridad, las enfermedades y el hambre. Estas condiciones llevaron a la muerte a, al menos, 58 personas reclusas, una cifra constatada por la propia burocracia del régimen franquista, y documentada por el estudio de la colonia penitenciaria realizado por el historiador Antoni Ferrer Abarzuza, a petición del Govern de les Illes Balears y como parte de su Segundo Plan de Fosas.
Según los testimonios y documentos recogidos por este estudio, los muertos eran enterrados en el cementerio de Sant Francesc, el cual empezó a construirse en 1938 y fue inaugurado en 1940, poco antes de que se produjera la primera defunción documentada en el Penal, en abril de 1941.
De acuerdo con este estudio, las muertes se sucedieron hasta octubre de 1942 y «cuando se producía una muerte, el cuerpo del finado era trasladado en carro, desde el Penal y hasta la puerta de la iglesia, donde el párroco rezaba un responso ante el ataúd, y de ahí seguían al cementerio».
Estos testimonios afirman que «a veces se ponía más de un cadáver en el mismo ataúd» y también que «cuando se producía una defunción, se dejaba el cadáver en el depósito de la enfermería, a la espera de que se produjera otra muerte para aprovechar el viaje». Sobre el tipo de entierro, algunos testimonios mencionan, además de los entierros individuales y colectivos, una «fosa grande» o inhumaciones en «acequias largas».
El Penal cerró a finales de 1942, probablemente y según los estudios, ante el temor del régimen franquista a que la opinión pública internacional conociera la situación de horror que se vivía en Formentera. Los presos fueron entonces trasladados a otras penitenciarias.