EFE / Los territorios insulares «deben adaptarse al cambio climático y aumentar su resiliencia frente a los eventos extremos», asegura la directora ejecutiva de la fundación «IbizaPreservation», Inma Saranova.
Esto implica la mejora de la infraestructura costera, la promoción de la agricultura sostenible o la gestión del agua entre otros asuntos señala la responsable de esta fundación, que cumple 15 años de actividades para el impulso de la protección de los hábitats y las formas de vida más sostenibles.
En su opinión, resulta apremiante que se tomen medidas para asumir el compromiso adquirido por España en la cumbre One Planet For Biodiversity Summit en 2021 de ampliar la superficie marina protegida hasta un 30 % del total para el año 2030.
En el caso de las Islas Pitiusas, la degradación de los ecosistemas marinos puede ser especialmente grave en lo referente a las praderas de posidonia oceánica, la planta responsable de las cristalinas aguas del mar balear, argumenta en un artículo para la «blogosfera» de EFEverde.
Las altas temperaturas —como las registradas a finales de marzo, con valores diurnos entre 10° y 15° por encima del promedio normal— pueden provocar la pérdida de hojas de la posidonia, disminuyendo la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis y, por lo tanto, reduciendo su capacidad de crecer y sobrevivir.
Además, los territorios insulares deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para contribuir a la lucha contra el cambio climático a nivel global con la adopción de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la promoción de prácticas sostenibles en sectores como el turismo.
Sin embargo, también aquí el tiempo apremia para cumplir con los compromisos adquiridos ya que según el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza, los datos del IBESTAT, reflejan un estancamiento en la producción de renovables, pues aunque el año pasado la producción de energía eléctrica en la isla aumentó, sólo el 0,34 % corresponde a energía renovable fotovoltaica, señala.
Otra cuestión sensible es la relacionada con el abastecimiento de agua, ya que más de la mitad de las masas de agua subterránea de la isla de Ibiza están sobreexplotadas, según el Informe 2022 del Observatorio de Sostenibilidad de «IbizaPreservation».
Por todo ello, Saranova considera que «el tiempo apremia y entre todas y todos debemos garantizar unas islas resilientes en las que el futuro esté garantizado» y cita el caso de Tuvalu (Pacífico), amenazada por la subida del nivel del mar, para poner de manifiesto la fragilidad de los territorios insulares frente al cambio climático.
El texto completo Inma Saranova «Horizontes demasiado lejanos para una Ibiza resiliente al cambio climático», está disponible para su lectura y descarga en www.efeverde.com de la Agencia EFE.