Laura Ferrer Arambarri / Inmigrantes de diferentes nacionalidades, sobre todo aquellos que tienen poco arraigo en Ibiza y que trabajaban de temporada o por horas en economía sumergida, están comenzando a tramitar con sus consulados el regreso a sus países porque no tienen trabajo, tampoco perspectivas de tenerlo y no pueden aguantar en la isla en la actual situación de paralización económica por la crisis de la Covid-19.
Los que no han emprendido el regreso están viviendo con ayudas sociales. «Las personas que trabajan por horas (en ámbitos como la limpieza doméstica, el cuidado de mayores, obras particulares, jardinería y otras) están pidiendo ayudas a Cáritas, Cruz Roja y a Ayuntamientos», explica Alda Yurramendi, presidenta de la Asociación de Uruguayos de Ibiza y Formentera y miembro de la Plataforma por la Convivencia.
A Yurramendi ya le constan varios casos de personas tramitando su regreso, «sobre todo se trata de gente que ha venido a trabajar en la temporada y se han quedado en la isla sin empleo», explica.
Así, Yurramendi está ayudando con los trámites del consulado a una mujer y su hijo que ya llevan tiempo en Ibiza pero que están sin trabajo actualmente y conoce el caso de otro compatriota que ya se ha marchado.
La presidenta del colectivo paraguayo, por su parte, le confirma que hay dos jóvenes en trámites para su regreso y que tienen varios casos de personas sin papeles que llevan poco tiempo en Ibiza y que están en serios problemas económicos.
Ya lo advertía Virgina Escandell, trabajadora social en Servicios Sociales de Sant Joan, donde está completamente desbordados con llamadas de personas que buscan ayuda de manera desesperada. «Esta situación ha cogido de lleno a personas que llevaban poco tiempo en la isla como marroquíes, paraguayos… que se han encontrado con que la gente ya no les contrata por horas. Hay una economía de trabajo por horas, sumergida, que ha desaparecido. Hay que recordar que los extranjeros, hasta que no llevan tres años en España no pueden pedir su residencia legal y no pueden tramitar su permiso de trabajo. Trabajan en economía sumergida porque tienen que comer. Las personas sin permiso de residencia y de trabajo al día siguiente del primer día de confinamiento ya estaban sin trabajo. Son los primeros de los que se prescinde porque no existe ningún vínculo legal en esa relación laboral».