Joan Miquel Perpinyà / Este sábado vencía la última autorización de ocupación temporal que la Autoritat Portuària de Balears (APB) concedió a Club Náutico Ibiza (CNI) para la gestión del espacio del Puerto de Eivissa que viene disfrutando desde hace décadas, primero en régimen de concesión y desde 2010 de forma interina con hasta 10 autorizaciones temporales, la última de ellas de fecha 31-10-2019.
Todo el mundo estaba pendiente de lo que decidiría la APB, porque Club Náutico Ibiza no es la única entidad que había solicitado una autorización de ocupación temporal.
Su competidor en la concurrencia de proyectos para la adjudicación definitiva de las instalaciones del Puerto de Eivissa, el ignoto Club Deportivo Básico Doce Millas, también lo solicitó.
Y no solo eso. A la vista de la última sentencia del TSJIB 207/2020, de 15 de mayo, que estimó parcialmente el recurso de Doce Millas, esta entidad acusó a la APB de otorgar irregular y continuadamente, “con el único fin de beneficiar ilegalmente al CNI”.
Además consideraba que se estaba “permitiendo al CNI una espuria e ilegal ocupación, al margen del derecho, de una forma grosera, burda e inadmisible”, del espacio portuario de Eivissa. Por ello, en mayo de 2020 exigió que se dejase sin efecto la autorización de ocupación temporal otorgada al CNI el 31 de octubre de 2019 y se convocase un concurso, con publicidad y transparencia, para seleccionar la mejor oferta y poder así otorgar una nueva autorización por el plazo máximo de tres años, amenazando a la APB con acudir a la jurisdicción penal si eso no se hacía.
¿Qué ha hecho la APB con su nuevo presidente, Francesc Antich? Pues justamente lo que pedía Doce Millas. No le quedaba más remedio
¿Qué ha hecho la APB con su nuevo presidente, Francesc Antich? Pues justamente lo que pedía Doce Millas. No le quedaba más remedio porque si concedía una nueva autorización temporal a favor del CNI, se enfrentaba a una querella por parte del catedrático Francisco Javier Jiménez de Cisneros, representante del Club Doce Millas.
El Consejo de Administración de la APB ha optado por sacarlo a concurso, aunque permitirá que CNI continúe prestando los servicios que viene ofreciendo hasta que se resuelva, como máximo hasta el 28 de febrero.
Estamos ante un nuevo éxito jurídico del Club Doce Millas porque no se concede una nueva autorización temporal al club Náutico de Ibiza y se hace lo que aquellos exigían.
Estamos ante un nuevo éxito jurídico del Club Doce Millas porque no se concede una nueva autorización temporal al club Náutico de Ibiza y se hace lo que aquellos exigían. Otro revolcón a sumar a las dos sentencias del TSJIB en contra de la adjudicación a la entidad ibicenca.
Ignorar las sentencias del TSJIB y minusvalorar la amenaza que para el futuro del Club Náutico Ibiza representa Doce Millas, es un grave error que puede tener funestas consecuencias. Porque por más que el CNI sea un club casi centenario, que tenga un enorme arraigo social y un espectacular palmarés deportivo, cosas que nadie niega porque son imposibles de cuestionar, ese no es el tema. La concesión a la que aspiran no la otorga ni el presidente de la APB, ni la presidenta del Govern, ni el pleno del Parlament de Balears. Hay un proceso de concurrencia de proyectos y lo que debe hacerse es ganarlo sin que los tribunales pongan objeciones.
Y ahora, además, hay que ganar un concurso para lograr la autorización de ocupación temporal. De no hacerlo, el CNI deberá abandonar sus instalaciones. Y que nadie dude que Doce Millas va a tirar la casa por la ventana.