@Noudiari/ La Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales de las Pitiusas (AVAT) ha despedido el año 2016 con buenos datos que hablan de incrementos de entre un 12 y un 15% en la ocupación de las casas unifamiliares lagalizadas con respecto al año 2015. El reto para este nuevo año 2017, según el presidente de la Asociación, Roberto San Esteban, es que las administaciones «pongan coto» a la proliferación de esta oferta y establezca un número máximo de plazas turísticas comercializables en viviendas vacacionales de la isla.
San Esteban dice que la buena temporada turística que nos ha dejado el 2016 también ha servido para que las viviendas que se comercializan de forma legal hayan podido incrementar sus precios. Ahora, en su particular carta a los Reyes Magos, pide que el sector «siga trabajando en la misma línea: la de luchar por un producto de calidad y una buena relación calidad precio».
Desde la Asociación de Vivienda Vacacional ponen también deberes a las administraciones. Roberto San Esteban dice que se debe controlar la oferta ilegal y regular los alojamientos ya existentes que cumplen con la ley y las obligaciones fiscales.
El presidente de la Asociación dice que «las buenas intenciones se tienen que convertir en realidades para que no paguen las empresas locales legales las irregularidades que producen las otras, porque si vas a cualquier país europeo, no nos dejan operar ilegalmente y llevan control de las actividades. Pues aquí debería ocurrir lo mismo».
Los caballos de batalla del sector
Entre los problemas a los que el sector de la vivienda vacacional se ha tenido que enfrentar durante el año 2016 y que previsiblemente seguirán siendo un quebradero de cabeza en este 2017, está la competencia ilegal. San Esteban ha explicado que «a parte de apartamentos, se han alquilado casas particulares sin estar legalizadas y también habilitaciones, camarotes en barcos o caravanas».
Por otro lado, según afirman desde la Asociación «ha habido grupos organizados que han alquilado apartamentos y casas a los propietarios comentando que iban a a ser para temporada y las han realquilado por semanas, días, por habitaciones e incluso por camas».
Todos estos comercializadores, dice Roberto San Esteban, «no son entes físicos o jurídicos dados de alta, que pagan sus impuestos y dan de alta a trabajadores. Se llevan el dinero de la isla sin declarar y haciendo competencia desleal a los locales».
Al margen del intrusismo y la oferta ilegal, otra ‘patata caliente’ es la regulación de los alquileres turísticos que quiere aprobar el Govern. San Esteban insiste en que es necesaria, pero «está mal definida, se está haciendo de manera muy atropellada, poco clara y ambigua».
Las cifras del sector en 2016
Actualmente las Pitiuas cuentan con unas 2.100 viviendas legaliadas o con petición de legalización en curso, según los datos que maneja la Asociación de Vivienda Vacacional de Ibiza y Formentera.
Esta cifra supone que entre 40 y 50.000 turistas se han alojado en este tipo de oferta, aunque habría que restar a esta cifra, según Roberto San Esteban, «las personas que se alojan en casas de amistades, familiares o conocidos, así que podríamos suprimir unas 5.000 aproximadamente, con lo que el cálculo final podría ser de entre 35 y 45 mil personas alojadas en viviendas vacacionales».